Los ex policías Pedro De Mattos, Carlos Antonio Gómez y Ricardo Javier Rodríguez fueron condenados a cadena perpetua por la muerte de Hugo Miguel Wasyluk (38), quien falleció en el calabozo de la comisaría Primera de Oberá después de haber recibido una golpiza durante su detención en la localidad de Villa Bonita, hace más de una década.
Por su parte, Jorge Antonio Heijo fue condenado a 8 años de prisión y Wilson Ricardo González a cinco, por ser partícipes del hecho.
En tanto que por el beneficio de la duda, hubo absolución para los demás policías de la comisaría 1ª quienes estuvieron de una u otra forma involucrados en el día del hecho. Misma sentencia para el médico policial por extinción de la acción penal.
Tras la lectura de la sentencia dictada en el Tribunal Penal Uno de Oberá, De Mattos, Gómez y Rodríguez, fueron detenidos inmediatamente, cumplirán la cuarentena desde hoy en la Unidad Penal de Cerro Azul y luego serán trasladados a la Unidad Penal de Loreto.
Resultado de la autopsia
La autopsia realizada al cadáver de Hugo Miguel Wasyluk (28 años) confirmó las sospechas de que la víctima fue brutalmente golpeada y tuvo una larga agonía que lo llevó a la muerte, en la seccional primera de policía de Oberá, entre la noche el 25 y el 26 de abril del 2011.
Wasyluk fue golpeado estando imposibilitadas sus manos (estaba esposado) y murió por un “shock hipovolemico y asfixia por aspiración de líquido intestinal”. El cuerpo presentaba lesiones traumáticas en distintas partes del cuerpo, con desgarro de vasos arteriales, lo que le provocó un infarto en la zona intestinal y obnubilación de la conciencia.
«Todas las lesiones que recibió desencadenaron en el resultado final que fue la muerte» y lo que no se puede afirmar es que si hubiese tenido atención médica necesaria el detenido, no hubiese tenido el mismo resultado (“riesgo de muerte”), señala el informe médico.