Las fuerzas rusas que controlaron durante más de un mes la región de la central nuclear de Chernobil estuvieron sin protección en las zonas más contaminadas y llevaron partículas radiactivas a los edificios utilizados para su alojamiento sin tomar las medidas necesarias de descontaminación, denunció Ucrania.
Los estudios realizados por las autoridades ucranianas tras recuperar la zona revelaron que los militares estuvieron en el llamado Bosque Rojo, la zona más contaminada como consecuencia del accidente nuclear de 1986, y luego volvieron sin realizar una limpieza adecuada a las zonas donde estaban instalados llevando consigo polvo altamente contaminado.
El resultado es que en estas instalaciones se detectaron niveles de radiación ligeramente por encima de lo considerado como natural, según informó la cadena CNN, uno de los medios internacionales que pudieron ingresar a la zona.
“Fueron al Bosque Rojo y trajeron material radiactivo en sus zapatos. Otras partes están bien, pero la radiación aumentó donde vivían”, explicó el militar ucraniano Igor Ugolkov y agregó que “fueron a todas partes y se llevaron polvo radiactivo” cuando se marcharon.
Una exposición puntual no es peligrosa, pero la permanencia en el lugar supondría un peligro para la salud, india la Asociación Nuclear Mundial.
Las autoridades ucranianas denunciaron así una gestión “laxa” e “imprudente” de Chernobil por parte de Rusia, ya que se hallaron medidores de radiactividad rusos que registraron niveles hasta 50 veces superiores a los valores considerados normales, consignó la agencia de noticias Europa Press.