La derecha extremista ha comido al reducto de la derecha tradicional. Aquella derecha que acompañó cambios y derechos democráticos y que estuvieron siempre presentes en el renacimiento de la democracia, sin embargo, hoy no juegan ningún rol.
El residente brasilero Marcelo Pino, charló con CIRCUS 104.9.
Fue en el segmento ‘QD? Internacional’ de la Temporada 11 del programa QUIÉN DIJO? (lun a vie 15h) donde nos contó sobre como se está viviendo la actualidad social y política en Brasil.
Ubicado en la pequeña y paradisiaca ciudad de Paraty, en el Estado de Río de Janeiro, al norte justamente de la popular y famosa megalópolis brasilera. Con una llamada superamos los 1632 km que nos separaban.
Allá, la tarde estaba gris y algo lluviosa y el tono de Marcelo era cálido y cercano al otro lado de la línea.
Originario de Chile, su profesión como DJ, lo llevó a trabajar y vivir en Alemania y actualmente en Brasil desde hace ya más de una década.
Su visión es interesante ya que es mucho más amplia y no está teñida de algún tipo de nacionalismo. Su profesión ligada al arte y la cultura también proporcionan una mirada distinta y más sensible. Aunque no es una mera opinión, sino que se nota que habla desde el conocimiento del tema de manera más amplia.
Si bien el sociólogo Pierre Bourdieu afirma que “el ojo tiene ideología” y que todas las personas, más allá de los estudios y conocimientos que tengamos, nuestras palabras son subjetivas y no existe la imparcialidad; ya que vamos a hablar desde un punto, ya sea movido por el interés, la pasión o el prejuicio, Marcelo se acerca bastante a un medio, si es que el foco sociopolíticocultural tiene un punto medio, él hace la búsqueda de ese equilibrio.
Por un lado nos hace sentir que no habla de Brasil, sino de Argentina, ya que hay un común denominador en el discurso. “Cuando estás en el poder utilizas toda una maquinaria de propaganda que en este caso es del Gobierno y es Federal. Y se ha ido creando la fantasía que esto es producto del comunismo, que el PT le va a quitar el derecho a entrar en el iglesia, que vamos a ir por el camino de Venezuela”. Afirma.
Para luego agregar: “Discursos conservadores, negacionistas, teorías de conspiración, así que cuando se habla de discursos extremos, no es fantasía, no es retórica, es real y está sucediendo”
Pasen y lean una nota donde nos muestra que a veces hasta en los paraísos hay problemas
“Rio de Janeiro es un estado conflictivo. Justamente fue uno de los estados donde Bolsonaro fue vencedor. Y esa visión (de extrema polaridad) es real, lo vivimos en carne propia. Y lo estamos comenzando a vivir ahora aún más después del resultado del Domingo pasado. Se está viviendo una guerra ideológica y hasta religiosa en algunos casos, que no tiene que ver con la política, pero que aquí se están dando.
Después hay otros conflictos productos de la ‘Guerra fría’ que ya se creían superado, pero que aquí han vuelto y está muy clara”. Es lo primero que nos cuenta Marcelo.
Relato por sobre datos empíricos. “Hay una mistura, como decimos en portugués, de intereses hasta contradictorios, pero que se complementan cuando se analizan bajo la lupa. Principalmente lo que son los sectores conservadores del país, le han dado un gran énfasis a mantener la retórica ‘anticomunista’. La retórica que apunta que es una lucha del bien contra el mal. Y que reduce los problemas del país a guerras donde ellos no tienen realmente un argumento, pero actúan con creencia. Y entonces las creencias aquí están determinando muchas cosas, que antes se determinaban con números empíricos, con estudios, con ciencia. Hoy esto se está negando y se crean universos paralelos.”
Las redes sociales gran aliada del caos. “Yo no le quito responsabilidad a la izquierda, que muchas veces ayudaron a construir esto. Desgraciadamente fueron resilientes y convivieron con este Bolsonaro, que él no es ningún ‘newcomer’ (recién llegado), sino que es un ‘viejo lobo’ que lleva más de 30 años haciendo política desde la oscuridad, desde los entretelones. Entonces cuando se muestra por una parte como alguien ‘antisistema’, es totalmente una creación de propaganda, el cual es claramente una estrategia a la Trump, de crearles un mundo de fantasía a las personas vía Twitter y otras redes sociales, medios que por cierto ellos dominan y que realmente la izquierda demoró muchísimo más tiempo en entrar en ese mundo digital de las redes. Como consecuencia, la derecha ganó, ganó la cabeza y el alma de mucha gente. Ya que, al haber un abandono por parte del estado, esos lugares lo ocuparon las iglesias. Entonces, se entiende como la llegada al populismo es mucho más fácil de influenciar cuando te ganas a los líderes religiosos evangélicos, quienes le van dando un acompañamiento no sólo eclesiástico, sino también político-ideológico.”
Los grandes grupos concentrados de poder económico. “La confrontación está polarizada aquí en Brasil, sin embargo la democracia tiene muchos colores y matices. Y la derecha también pertenece a esa democracia, aunque no guste, ya que en todos los países existe la derecha. Pero pasa que hoy en día esa derecha está actuando mucho más mancomunda que antes. No tendrán una internacional, pero tienen encuentros regionales que se va afianzando y crea lazos entre sus partidarios y sus comuniones, que son en muchos casos las mismas personas, los grandes grupos económicos que han trazado líneas de influencia en varios países al mismo tiempo. Tanto en Chile con Piñera, Macri en Argentina, Lacalle Pou en Uruguay y no es casualidad que el agro esté detrás. Aquí el agro está detrás de Bolsonaro.”
(Por: Ale Ojeda para Circus y GenteConOnda.com)