José Torres Gil hizo historia en los Juegos Olímpicos de París 2024 con la primera medalla para Argentina en lo que va de la competencia que se realiza en la capital de Francia. En una actuación consagratoria, el rider que reside en Córdoba, pero que se transformó en un atleta del mundo por su recorrido con la bici, sumó 94.82 puntos en su primera pasada para asegurarse el primer lugar y ponerle presión a todos los demás competidores.
Conocido en el mundo del BMX freestyle como Maligno porque es una persona graciosa acostumbrada a hacerle bromas pesadas a amigos o compañeros de la disciplina, Torres nació junto a su hermano mellizo Francisco en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. A los 11 años, sus padres decidieron mudarse a Argentina y se radicaron en Córdoba. Su primer contacto con el deporte fue con el fútbol, que lo practicó junto a su hermano. Pero poco tiempo después, iba a tomar una decisión que fue clave para el comienzo de una fantástica trayectoria sobre la bici.
A los 14 años, la vida de José cambió drásticamente. Una tarde, mientras jugaban al fútbol en el Parque de las Naciones en Córdoba capital, junto a su hermano vieron a un ciclista realizando un “flair”, un giro de 180 grados hacia atrás. Impresionados por la adrenalina de la escena, José y Francisco comenzaron a dar vueltas por el parque, y a los pocos meses ya estaban practicando y probando nuevas piruetas en sus bicicletas.
“Ha luchado mucho por esto. Pero atravesó lesiones muy difíciles para llegar a esto y clasificar a los Juegos Olímpicos. Está sano, está feliz”, dijo su hermano Fernando. Justamente, el Maligno tiene titanio en varias partes de su cuerpo tras las operaciones que sufrió por múltiples caídas.
Este miércoles, después de completar una rutina que deslumbró a los jurados, el Maligno tuvo como ventaja que el australiano Logan Martin, candidato a los primeros lugares y que logró el oro olímpico en Tokio 2020, cayó sobre el final de su primera sesión cuando venía realizando una gran actuación.
Seguramente, una conquista persona que disfrutó y que se anticipó a las que vendrán después de colgarse una dorada histórica para el deporte argentino. La número 78 en la historia, la número 22 de oro y la primera desde aquella que ganaron Santiago Lange y Cecilia Carranza en la vela de Río 2016.