El shock externo que representa para la Argentina el derrumbe de los mercados globales en medio del pánico financiero es también un viento de frente para la hoja de ruta con la que el ministro de Economía, Luis Caputo, busca avanzar con el desarme del cepo al dólar, el aumento de las reservas, la baja de la inflación y el anclaje de las expectativas de pago sobre los vencimientos de la deuda.
La visión del Gobierno es que el efecto negativo será menor al de otros eventos similares debido al “orden macroeconómico” y consideran un acierto no haber levantado las restricciones cambiarias “de forma apresurada”. La prioridad, afirman en despachos oficiales, está puesta en la desaceleración de los precios minoristas y la recuperación de la economía.
El primer punto de tensión que señalan los analistas es que el clima se volvió más hostil para el peso, en vistas de la apreciación que impulsó Caputo en 2024 y que espera profundizar hacia adelante en busca de que una eventual unificación cambiaria sea más cerca de los $1.100 que de los $1.300 que arrojan los tipos de cambio paralelos. El Gobierno insiste en que no realizará en el corto plazo cambios en el esquema cambiario.
La consultora Outlier advirtió que con el actual escenario internacional mantener un crawling peg del 2% mensual se volverá más costoso, aún con la sensible desaceleración de la inflación con la que el Gobierno espera alcanzar primero el 1% mensual y luego el cero, momento en el que liberaría el mercado de cambios.
Al respecto, el head of research de Romano Group, Salvador Vitelli, afirmó: “Esta dinámica, sin duda, presiona aún más sobre el talón de Aquiles del Gobierno que es el esquema cambiario. Hoy el dólar MEP y el contacto con liqui están subiendo, un movimiento lógico y eso te marca también la debilidad de la moneda local, que no la vas a ver reflejada en el mercado oficial, pero sí, implícitamente, te genera apreciación”.
Sobre ese escenario, PPI señaló el fuerte deterioro en los términos de intercambio de la Argentina con el precio internacional de la soja en mínimos reales en 18 años. El impacto en el principal complejo exportador representa un potencial menor ingreso de divisas para el Banco Central y menor oferta en los tipos de cambio financieros, por el esquema de dólar exportador blend.
La consultora Econviews consideró que como el país no tiene acceso al crédito y la única forma en la que ingresan divisas es a través del comercio exterior, la percepción de un dólar “barato” puede poner en riesgo la acumulación de reservas netas, que son negativas en unos USD 4.000 millones, en un período en el que además la estacionalidad no ayuda. Con la suba de la brecha el llamado dólar tarjeta no queda tan caro y solo en junio salieron USD 700 millones por la cuenta turismo, el doble que en el bimestre anterior.
Es en ese contexto en el que los bonos soberanos cayeron hasta casi 4% y el Riesgo País de la Argentina se disparó este lunes a los 1.712 puntos básicos, un salto de 6%, en medio del derrumbe de activos globales. Mientras tanto, Caputo busca dar señales de que se cumplirá “como sea” con los abultados pagos de deuda desde 2025.