Tras el dato de abril, en el Ministerio de Economía destacaron una “reducción” de la inflación, más allá de que continúa en niveles mensuales e interanuales históricamente altos. “El Índice de Precios al Consumidor de abril redujo su tasa de aumento a 6% mensual, luego de haber aumentado 6,7% en marzo, en parte, traccionada por las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania”, argumentaron.
“A nivel división, la inflación fue impulsada nuevamente por Alimentos y Bebidas no alcohólicas que, si bien redujo a 5,9% mensual, volvió a ser la categoría que más aportó (1,7 puntos porcentuales). Dentro de la división, las mayores subas se dieron en Aceites y Pan y Cereales, que tuvieron subas de entre el 8% y 15% según la región, seguido de Carnes y derivados y Lácteos, con subas de entre el 5% y 7%. Estos rubros fueron los más afectados por la suba de precios internacionales de los principales commodities durante los últimos meses, debido a la sequía, pero también al conflicto bélico”, comentaron desde el Palacio de Hacienda.
“Por otro lado, Frutas sigue estable con subas en torno al 2,2% mensual, mientras que las Verduras cayeron en varias regiones, luego de subir por encima del 20% en enero y febrero y estabilizarse en marzo. Este comportamiento también se observó a nivel global, donde la inflación minorista continúa acelerándose, alcanzando valores récord en décadas, impulsada por alimentos, energía, transporte, vivienda e indumentaria”, consideró el Ministerio de Economía.
Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, cuando la mediana de previsiones relevadas en esa encuesta alcanzó el 65,1% para diciembre de este año. En el Poder Ejecutivo ya manejaban la posibilidad de que el IPC de abril debía ser cercano al 6 por ciento. Hacia adelante, las esperanzas están puestas en que en mayo, pasada la escalada inicial de precios por la guerra en Ucrania, la inflación vuelva a un nivel pre conflicto bélico, en un rango de entre 3 y 4 por ciento.