El último fin de semana la Municipalidad de Posadas clausuró el resto-bar Cabureí, ubicado en la zona de El Brete. Y partir de allí se generó una polémica, a raíz de que el propietario del local gastronómico es el reconocido chef Iván Ortega.
Fue el propio Ortega quien adujo que le reclaman pago de impuestos; como contrapartida, él explicó que fue beneficiado en los cánones por la gestión municipal anterior.
El municipio por su parte, expresó en un comunicado que “cabe destacar que, en todo momento, se ha considerado la difícil situación económica que atraviesa el país, en un diálogo constructivo con el sector privado”.
Sin embargo, el último fin de semana, el comerciante Iván Osvaldo Ortega, denunció públicamente al municipio, por una supuesta maniobra fraudulenta. El planteo refiere a la concesión para explotación comercial, prestación de servicios y mantenimiento de un espacio gastronómico en el Balneario “El Brete”.
Ante las manifestaciones públicas del Sr. Ortega, corresponde detallar la situación de dicha concesión.
En enero de 2017 se llamó a licitación para concesionar las zonas de explotación comercial del balneario, acto que se declaró desierto. Posteriormente, el 3 de noviembre de 2017, por Decreto Municipal Nº 1282/17 se aprobó mediante contratación directa la concesión para la explotación comercial y prestación de servicios y mantenimiento del Balneario “EL BRETE” – ÁREA 1, a favor del Sr. Iván Osvaldo Ortega, por un período de cinco años.
Pese al tiempo transcurrido desde el inicio de actividades, el concesionario no cuenta con habilitación definitiva, ni tampoco el permiso de expendio de bebidas alcohólicas. Hasta el presente trabajó con una habilitación provisoria y un permiso de expendio eventual, que rige exclusivamente para eventos ocasionales y no un local de actividad permanente.
Con relación a las actas de infracción emitidas, obedecen a irregularidades en el marco de la actividad del concesionario, a saber:
⁃ ACTA.I. N° 0000511 del 20 de julio de 2020, por constatar actividad en horario no permitido, según el Dcto N°921/2020; que regula las medidas de seguridad sanitaria en el marco de la pandemia de COVID-19.
⁃ ACTA.I.N°0002857 del 12 de septiembre de 2020, por no presentar documentación Habilitación Municipal y Registro de Expendio de Bebidas Alcohólicas.
⁃ ACTA de CLAUSURA.N°0000853-del 26 de octubre de 2020, por constatar al momento de la inspección actividad de baile con servicio de Discoteca en el local, sin tener habilitación para ello y en contravención al protocolo establecido por los Decretos N°727-772-1088- 2140/2020.
⁃ ACTA de INFRACCIÓN .N°00005 del 31 de octubre de 2020, por no presentar documentación Habilitación Municipal y Registro de Expendio de Bebidas Alcohólicas. Se procede a la clausura del local.
Los elementos expuestos evidencian que no existe ningún tipo de persecución personal o actuación irregular por parte del Estado Municipal, como denuncia públicamente el señor Ortega, en tanto hay constancia de que el municipio ha procedido de acuerdo al marco jurídico vigente, respetando los derechos de las partes y en defensa del interés público afectado.
Al día de la fecha, el concesionario no ha realizado pagos por el canon de explotación del espacio público otorgado, correspondiente a los períodos 2018, 2019 y 2020, por lo que el municipio lleva adelante los pasos administrativos para lograr el cumplimiento de las obligaciones derivadas del marco regulatorio vigente.
La opinión de Ortega
Entre las versiones cruzadas, fue el propio Ortega, quien en diálogo con Ahora o Nunca por Circus 104.9 recordó que “fuimos uno de los primeros en instalarnos en ese lugar” y que luego ese punto se convirtió en una de las zonas requeridas por los clientes. Por eso hoy siente “persecución desde el municipio”.
Recordó que lo convoca el municipio en la gestión de Joaquín Losada para atraer inversores, porque en ese momento “nadie se mostró interesado en ir” porque el contexto del lugar “no era el ideal”. “El municipio nos atrajo con ciertas comodidades por la patriada de ir a un lugar por cierto despreciable”, subrayó.
Y luego reveló que este año comenzó con el pie izquierdo, debido a que en la pandemia “me saquean el local y me roban todo”, y más tarde “me notifican como deudor”. Señaló que el actual Intendente derogó un decreto del anterior sobre la condonación (de impuestos) y “me transforma en deudor del municipio por 1.200.000 de pesos. La concesión es por 5 años, y se me hacía un reconocimiento de 2 años para no pagar el canon”.
Ortega cree que se ganó su lugar por el aporte que hizo a la gastronomía de Misiones y lamentó que estos sucesos derivaron en la clausura del negocio, hecho que se dio el sábado último. Si bien –según sus palabras- en 2022 se termina la concesión, con prioridad de que puede optar si quiere seguir, su sensación es “que aposté el dinero en un lugar de una inseguridad jurídica terrible. Soy un laburante, siento que se me faltó el respeto como ciudadano, me siento vulnerado”.
Agregó que cuando le robaron no recibió un solo llamado y siente que “se me usó, creé cientos de puestos de trabajo y yo no tengo ni uno. Hoy ya no soy necesario”. Confió que para levantar la clausura necesita 600 mil pesos, que vendió su auto para pagar a los empleados y que su lucha va a seguir desde lo legal. “Esto repercute en mi salud, soy una persona alegre y esto me quita alegría y vida”, cerró.