El ex presidente Mauricio Macri dejó, en el mediodía de este miércoles, la clínica en la que estuvo internado luego de someterse a una operación en la que le extirparon un tumor benigno del intestino. Regresó a la quinta Los Abrojos junto a su esposa Juliana Awada, donde continuará el post operatorio.Según trascendió, tiene previsto redoblar los contactos con los dirigentes de Juntos por el Cambio y organizar nuevos encuentros con la dirigencia del interior. La intención del ex Jefe del Estado es profundizar sus críticas al aislamiento actual dispuesto por el Gobierno y seguir batallando en favor de “una cuarentena inteligente”.
Esta situación actual, según cree Macri, está afectando la salud de los argentinos por la falta de consultas y de prevención, además de las consecuencias negativas que está ocasionando en la economía, los salarios, el empleo y la educación. El ex presidente, según sus allegados, quedó muy impresionado cuando los médicos le contaron que, desde el comienzo de la cuarentena, bajó notablemente la cantidad de chequeos de rutina que se realizan en el Sanatorio Otamendi: pasaron de 150 a 25 por día.
“Por suerte me hice el chequeo a pesar de la cuarentena, por que si lo hubiese dejado para el año que viene…”, fue el comentario que hizo a Infobae antes de tener el alta médica.
En el mismo sentido, Macri publicó este martes en su cuenta de Twitter un agradecimiento a los médicos que lo atendieron y un pedido de “alentar a todos a que vuelvan a hacerse chequeos de prevención y retomen los tratamientos necesarios. Que cada uno cuide su salud, su propia vida y la de sus familia