Al desagregar por regiones, el Indec observó un aumento de la pobreza en todas las regiones. Las mayores incidencias de la pobreza se observaron en las regiones Noreste (NEA) con el 43,6% de las personas; y Noroeste (NOA) con el 43,1%. En tanto, en el Gran Buenos Aires la pobreza subió al 39,5%; y en las regiones Patagonia, al 34,7%; y Pampeana, al 36,3% de la población.
Quizás el número más doloroso se refiera a la cantidad de menores de edad debajo de la línea de pobreza. Si en la primera mitad de 2022 los chicos hasta 14 años cuyos padres no podían proveerles un ingreso equivalente a la canasta básica total eran más del a mitad (50,9%), en la segunda mitad del año saltó al 54,2%.
Este avance relativo del 6,5% en la incidencia es alarmante porque se constituye a partir de un porcentaje más que elevado de niños en condiciones desfavorables.