Doce trabajadores rurales fueron rescatados como resultado de un allanamiento realizado el 1° de septiembre en un campo llamado “La Negrita”, ubicado en la ciudad de Concordia, provincia de Entre Ríos, en el marco de una investigación por trata de personas con fines de explotación laboral. Un hombre que se desempeñaba como capataz de la finca resultó detenido.
Según la denuncia, que dio inicio a la investigación, “el capataz contaba con armas de fuego, las cuales utilizaba para efectuar disparos al aire, y amenazaba con despedirlos si ellos planteaban la posibilidad de tener algún descanso”.
Los procedimientos fueron ordenados por el Juzgado Federal N° 1 de Concepción del Uruguay y en la causa interviene la Fiscalía de Primera Instancia de esa ciudad, a cargo de Josefina Minatta.
Las víctimas, todas oriundas de la provincia de Misiones y en situación de vulnerabilidad, se encontraban en un predio con cuatro carpas precarias, confeccionadas con lonas sostenidas por palos y machimbres.
El lugar no contaba con baños ni espacio para higienizarse. Tampoco contaba con energía eléctrica, agua potable y elementos de primeros auxilios. Un sector de una de las carpas era utilizado como “cocina”: allí había troncos y maderas para hacer fuego.
Por otro lado, en inmediaciones de las carpas se encontraron nueve machetes, tres motosierras, seis hachas y dos palas. En un lugar más alejado, dos camiones Mercedez Benz, dos acoplados, una máquina marca Fiat utilizada para levantar postes de gran dimensión y peso y un tanque cisterna, todo ellos sin medidas de seguridad.