Las estadísticas indicaban que en los últimos meses, cada fin de semana contaba con un punto rojo que marcaba una fiesta sin el uso de los protocolos requeridos para la ocasión, en este caso obligatorios por la pandemia. Para ser más claros, casi siempre se producía más de una fiesta clandestina; y de éstas, un evento daba la nota por la cantidad de participantes. Sin embargo, hace una semana el quiebre se dio a pasos de la capital misionera, en un barrio exclusivo que pertenece a la localidad de Ituzaingó (Corrientes) en el cual hubo varios asistentes de la tierra colorada. Allí se dio un recital del popular grupo Damas Gratis, ocasión en que como previa hasta el sacerdote Juan Rajimón dio la bendición.
El escándalo por las imágenes viralizadas no sólo se replicaron en la vecina provincia y resto del país, sino que salpicaron hasta estos lados por la cantidad de ‘conocidos’ que formaron parte del show. Así, las voces empezaron a elevarse, no sólo expresando malestar sino desnudando lo peor: que podría multiplicarse los contagios. Por caso, Carlos Báez, subsecretario de Logística del Ministerio de Salud Pública, admitió que hubo personas que dieron positivo tras los tests practicados en El Arco, en el regreso del evento.
La pregunta: cuál es la solución
Este hecho abrió el debate, pero de manera profunda, acerca de cuál es la solución. Con la cercanía de una fecha tentadora como el Día del Amigo, las alarmas se encendieron por un posible ‘exceso’ en los festejos, con el agregado de que aún una franja importante de la población joven no fue inmunizada.
“Esto abre un debate porque no va a parar, esa es la realidad. La gente tomó la decisión de salir, tampoco hay que buscar culpables con el dedo porque esta situación la vivimos en la provincia hace un año y se vive en todas las localidades; todos los fines de semana hay fiestas clandestinas”, reparó Gastón Jilek, titular de la Asociación Misionera de Proveedores y Organizadores de Eventos (Amproe).
Acerca de la fiesta en Puerto Mbiguá respondió, “cómo no estar al tanto, hemos tenido hasta la bendición”. Y sobre ese hecho puntual analizó: “Realmente desconcierta, pero lo que más nos preocupa y que fue una cuestión de análisis de la Comisión Directiva (de Amproe) y con distintos funcionarios que se pusieron en contacto con nosotros, incluyendo el propio gobernador (Oscar Herrera Ahuad), es la falta de conciencia y responsabilidad social”.
Jilek adelantó que hubo contactos con las autoridades y que habrá una reunión en lo inmediato.
Una fuente del Ministerio de Salud respondió a gentecononda.com que si se concreta quizás sea otro integrante de esa cartera el que esté presente, ya que no fue notificado de ello. De todas maneras hay algo concreto: la fiesta con Damas Gratis fue el click por lo que todo indica que ‘algo va a pasar’.
Jilek remarcó que la industria necesita volver a trabajar, porque “lo bueno es que hay una cierta flexibilidad” y los artistas, DJ, músicos, sonidistas pueden volver a trabajar, bajo ciertos protocolos. Pero alertó que “el problema “son los grises, como esto que ocurre en otra localidad vecina, donde el intendente no tenía conocimientos”.
Precisamente el jefe comunal de Ituzaingó Eduardo Burna hizo su descargo en la red social Facebook en la que subrayó que esa fiesta “puso nuevamente en escena un problema que muchas veces es utilizado con fines políticos” y añadió que “es justamente el carácter clandestino de esos encuentros lo que dificulta su control”.
Por otro parte, apuntó que “no está en el ánimo de las autoridades municipales convertir a nuestra ciudad en un estado policial por culpa de un grupo de irresponsables” y que el municipio prestará toda la colaboración a la Justicia.
Aprender de lo malo
Ahora se cree que de lo malo hay que aprender para organizarse. Jilek analiza que lo interesante es sacar provecho, “llevarlo a la mesa, dialogar, aprobar protocolos para fiestas seguras como han hecho otras provincias”. Avisó que “las fiestas clandestinas son un flagelo pero todos quieren divertirse, hay una necesidad y la tenemos que cubrir de una manera responsable”.
Remarcó que “tenemos que ser parte de la solución y no el problema” porque “no podemos dejar que todo el mundo use ‘un semáforo amarillo’ que serían los grises”. Por ello sumó que hay “un compromiso del Estado provincial con nosotros a partir de la semana que viene”, esto es, “Salud Pública, Ministerio de Gobierno, algunas intendencias, los del rubro y algunos sociólogos. Cambió la forma de relacionarnos, esto va a abrir una nueva oportunidad”.
El titular de Amproe quiere que el que asista “esté tranquilo que el evento es seguro” y como sugerencia, ve con buenos ojos que al 25 o 30 por ciento de los asistentes se le haga un examen PCR y avisar si hay un positivo, que “estén a resguardo y cumplan las normas, más allá de todos los otros requisitos indispensables”.
Por último pidió planificar con las diferentes esferas del Estado y reflotar las pruebas piloto, que en su momento fueron cortadas, pero a las que considera necesarias porque “las fiestas van a seguir”.