La zona oeste de Posadas fue uno de los puntos donde más daños dejó la tormenta. Y dentro de esa franja, el barrio Itaembé Guazú sintió lo nocivo del granizo, ya que se produjeron innumerables consecuencias, debido a que las piedras rompieron parabrisas de vehículos, dañaron tanques de agua, ventanas y todo lo que encontraron a su paso.
Apenas comenzó la tormenta los gritos y las corridas de los vecinos fue el denominador común, todo con el afán de resguardar lo que podían. La sensación de impotencia se apoderó del barrio, ya que el fenómeno dejó secuelas inevitables.
Es que varias casas del barrio no cuentan con garaje, por lo que los automóviles no estaban resguardados y fueron blanco directo del granizo. Como también los aires, y hasta los tanques de agua. También hubo daños en ventanales de los patios internos, por lo que una vez que cesó el temporal, los vecinos comenzaron a limpiar y relevar los daños personales.
La bronca fue tal que algunos vecinos no ocultaron su dolor por lo ocurrido y el hecho de tener que afrontar los costos.

