El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció este jueves su dimisión luego de que una avalancha de renuncias en su Ejecutivo por varios escándalos éticos hiciera evidente que ya no tenía el apoyo de su Partido Conservador y era incapaz de gobernar.
Johnson dijo que dejaba el liderazgo conservador pero que seguirá como primer ministro interino hasta que el partido elija a un sucesor, pese a que varios diputados oficialistas dijeron que debía irse lo más pronto posible para evitar una parálisis política.
En política, nadie es “ni remotamente indispensable”, dijo Johnson.
En una muestra de su determinación a seguir al frente del Gobierno, Johnson dijo que nombró hoy a varios ministros para reemplazar a otros que renunciaron descontentos con su gestión de los escándalos.
Se espera que el Partido Conservador elija un nuevo líder en octubre.
El premier, en el poder desde 2019, había rechazado llamados a renunciar de integrantes de su propio gabinete pese a la dimisión de unos 60 miembros de su Ejecutivo, incluyendo a cinco ministros, en las últimas 48 horas.
La gota que rebalsó el vaso parece haber sido la reciente revelación de que Johnson estaba al tanto de acusaciones de acoso sexual contra un diputado conservador, Chris Pincher, antes de que lo promoviera dentro de la jerarquía del partido.