La simpleza característica combina con el envión que lo muestra compenetrado con su rol de secretario de Cultura. No da vueltas para confiar que el momento más vergonzoso fue una caída en un escenario de un evento solidario, “tenía una escalera más alta de lo normal, es tremendo, cuando te anuncian”, recordó y agregó que “además me dolió y toqué, sí!”.
Añadió que se siente parecido a “mucha gente del barrio del interior, tradicional” y que cambió su mirada de que en la política son todos iguales, “estaría atentando contra mí mismo”, resaltó entre risas. Joselo Schuap se cuelga la guitarra porque se siente un músico más, más allá que hoy está en la función pública. Y recordó que “debo reconocer que aquellos inicios del esfuerzo y la pobreza, en donde nadie creía en el proyecto, fue muy difícil”.
En el capítulo 13 de Rock and Food por Circus 104.9 y Circus Play, el secretario de la cartera cultural apuntó que “esto que hoy estamos viviendo, que es la gestión pública, tiene otra adrenalina y yo me la tomé muy en serio, como debe ser siempre”.
Enfatizó que desde el lugar que hoy ocupa, sus tareas apuntan a “la persona, todo lo que uno hace es para el conjunto, para la familia” y que sobre su desempeño “pueden pensar igual, parecido o distinto, pero mi meta es salir con una gestión exitosa”.
Puso la mirada en que como meta principal, “debemos dejar funcionando una Secretaría de Cultura para que la gente entienda para qué sirve” y que “transformamos el Estado en una casa para respaldar al trabajador de la cultura”, algo que siente como “desafío”.
Schuap valoró que en Misiones ya no puede bajarse de rango la cultura, “hoy estamos refrendados por ley”, que sus expectativas son altas, aunque aclaró que “va a llevar toda esta gestión materializar los grandes objetivos” y que la Secretaría “no es una productora de eventos”.
Realzó iniciativas en pandemia como Cultura x Trabajo pero también marcó errores lógicos del aprendizaje, al resaltar que “no está bueno que el artista salga de su casa a un evento sin saber cuánto va a cobrar”. Y en ese sentido recordó una acalorada discusión con una artista, a la que le dio la razón. “Hoy le aseguramos un mínimo a los que participan del Cultura x trabajo”.
Entre otros pasos importantes, adelantó que “3275 personas van a recibir una novedad con respecto al registro cultural de Misiones”, que se armó un padrón porque el Estado tiene que saber y que planean para 2021 las líneas de fomento, “vamos a cambiar la lógica de cómo repartir la plata”.
Se sinceró en que el momento del saco y la corbata (cuando debió exponer ante la Legislatura sobre el presupuesto) “te falta el aire”, pero que vale la pena porque “detrás de cada persona hay un sueño”. Por eso “cada palabra (ante los diputados) que vas a usar tiene que ser útil”.
Si alguien pone en duda su capacidad, espetó que “no somos gente que entró por la ventana a este cargo”, recordó que participó de la creación del Instituto Nacional de la Música (y de la primera sede de esa entidad en la provincia) y que le “gustaría” lograr lo mismo con las cinco sedes regionales de la cultura en Misiones.
Sobre este último proyecto subrayó que “de esta manera el que elige el destino de los fondos de fomento no son los funcionarios”, se mostró feliz por la flamante personería jurídica para la Asociación de Fabricantes de Instrumentos de Misiones” y dedicó un párrafo al Karaí Octubre al reflexionar: “Cuando cocinás pensando en compartir, el karaí pasa de largo y se ahuyenta la miseria”. Y sentenció: “Siempre veo todo de manera positiva”.