Lo inoportuno a veces suele ser oportuno. Momentos que dejan heridas grandes, en ocasiones ayudan a levantarse y entender que pueden existir otras vías para continuar. Y en ese contexto, como sucede ahora con la pandemia, hay señales que pueden ser notorias y marcan algo más. El espaldarazo del papa Francisco a Misiones por la creación de la Secretaría de Cambio Climático en la provincia es una muestra de ello. El sumo pontífice, a través de una carta en manuscrito, felicitó al gobernador Oscar Herrera Ahuad y al flamante titular de la cartera, Patricio Lombardi, y pidió que se replique este ejemplo en otros distritos.
La aparición de la máxima autoridad de la Iglesia Católica vino a ponerle el moño a lo que ocurrió en la antesala del fin de semana, con la visita del presidente de la Nación Alberto Fernández. Este último respaldó el pedido para la creación de un territorio especial aduanero en la provincia, cuando casi en simultáneo se aprobó el dictamen del proyecto de ley, que fue incluido en el presupuesto nacional de 2021.
Esas señales no aparecen al azar. Tienen un significado. Está claro que ahora dependerán de varias aristas aún para que el viejo reclamo de la Provincia ante tanta desigualdad fiscal con los países vecinos camine sobre una base firme. Pero cada vez hay más crédito a la petición. Y con sustento. Porque si bien, desde años se piden los privilegios, en esta ocasión hubo un trabajo con argumentos, números, detalles, que especificaban el porqué. Y ahí radica la diferencia con otras gestiones. Ahora todos comulgan la misma idea en serio y tiran para el mismo lado con la misma fuerza. ¿Si ayudó la pandemia? Está claro que fue así. Aunque a ello, hay que agregarle gestión y una imagen a tono. Que empezó hace rato y tiene ejemplos de sobra para indicar que hay una identidad marcada.
De todas maneras nadie se sube al carro del triunfalismo. Como sucedió cuando se tomaba a la tierra colorada como espejo sanitario, postura que nació desde la propia clase dirigente. Por ello ahora la mesura es la mejor aliada ante la aparición de buenas expectativas. Que se agrandan, claro está, y hay motivos para ello.
Ahora habrá que hamacarse en la paciencia, conscientes de los pasos que aún quedan. Pero también entender que el camino es este. Las casualidades existen, pero las causalidades se generan. Y si el fin de semana se dieron buenas señales no fue producto de la casualidad. Hay algo que anda dando vueltas e indica que tiene buen puerto. En este caso, la creación de una zona aduanera especial. Esperada, anhelada y proyectada. Y que en esta ocasión, bienvenido sea, contó con la bendición divina.