Ubicado en el corazón de Iguazú, La Reserva Virgin Lodge se presenta como un verdadero oasis para quienes buscan una experiencia única y relajante. Desde el momento en que llegás, te envuelve una atmósfera de calidez y hospitalidad que hace que te sientas como en casa, pero en el medio de una resera natural.
Una de las joyas del lodge es su hermosa pileta, un espacio ideal para refrescarse después de un día de exploración en las majestuosas Cataratas. La pileta, rodeada de exuberante vegetación, ofrece un ambiente sereno que invita a relajarse y disfrutar del entorno natural, además de una cantina que sobre sale tanto por sus increíbles tragos.
El restaurante del hotel es otro punto destacado. Con una oferta gastronómica que combina sabores locales e internacionales, cada comida se convierte en una experiencia única. La atención al detalle y la calidad de los ingredientes se reflejan en cada plato, haciendo que cada bocado sea un deleite.
Las habitaciones son simplemente excelentes. Espaciosas, bien decoradas y equipadas con todas las comodidades necesarias, garantizan un descanso reparador. La limpieza y el mantenimiento son impecables, lo que añade un plus a la experiencia de hospedaje.
Sin embargo, lo que realmente distingue a La Reserva Virgin Lodge es el trato excepcional de su personal. Desde el momento en que llegás, te reciben con una sonrisa y están siempre dispuestos a ayudarte, brindando un servicio que supera las expectativas. Esta atención personalizada hace que cada huésped se sienta valorado y especial.
En resumen, La Reserva Virgin Lodge es más que un simple lugar para hospedarse; es un refugio donde la naturaleza, la comodidad y la hospitalidad se unen para ofrecer una experiencia inolvidable. Sin duda, es una opción altamente recomendable para quienes visitan Iguazú y buscan disfrutar de un entorno acogedor y de calidad.