Un día como hoy, 18 de Junio, pero de 1996, se editaba “Odelay”, el 5to disco de estudio de Beck.
Considerado como uno de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos y uno de los 20 mejores de los 90s. “Odelay” es un mixtura sonora, que en cualquier otro artista podría ser caótico y cacofónico, mientras que Beck, logra convertirlo en una obra maestra del dadaismo en clave musical.
Contextualicemos
Si. Sabemos (sobre todos quienes lo hayan vivido) que los 90s fueron una década turbulenta, caótica, pero igual de emocionante, llena de nuevas sensaciones, experiencias y sonidos. En MTV convivían (a veces de manera más armónicas que otras) los restos del rock y la new wave de los 80s, con el metal (nunca te olvidaremos ‘MTV Headbanger Ball’), el grunge, el brit rock, el trip, el “alterlatino”. Y muchos artistas nuevos, haciendo cosas raras, pero muy copadas.
Incluso, lastimosamente sobre la segunda mitad, también hay que decirlo, hasta nos atragantaron de “carilindos latinos”, “boybands” y chicas popstars salidas de Disney; el 99% de dudoso talento, pero con gran presupuesto.
El arquitecto detrás del sonido
Entre todo eso pastiche llegó: BECK. Ya el año anterior con “Mellow gold” (1994) había comenzado a meter hits en la radio y MTV. Si tenés más de 38 quizás hasta ahora no puedas quitarte el estribillo en “spanglish” de “Loser”: “Soy un perdedoooor, I’m a loser baby…”.
“Odelay” terminó de sacarlo de la lista de potencial “one hit wonders”, para convertirlo en lo que es hoy, uno de los grandes músicos que hasta en la actualidad nos ha legado aquella década.
Mixturando Folk, Country, Grunge, Garage rock, Electro pop y Noise, “Odelay” se alza como una obra majestuosa. Y donde muchas/os fracasarían estrepitósamente, él logra crear una pieza arquitectónica sonora sublímemente ensamblada. Obra que fue producida por él mismo, en conjunto con el dúo de músicos/productores Dust Brothers; quienes ya se habían encargado previamente de trabajar con Beastie Boys, Tone Loc y Korn.
Datos curiosos
Siempre llamó mucho la atención el nombre del disco y su arte de tapa. Tras muchos mitos detrás, sobre si esa palabra inventada tenía un significado real y si existía realmente ese perro. Bueno, “la explicación más sencilla, suele ser la más probable” reza el principio filosófico de Ockham. Y en éste caso se cumple.
“Odelay” está en “spanglish” (algo que ama Beck al crecer en Los Angeles en un barrio latino) y es como los “gringos” dicen la jerga mexicana “Órale”. Es más, originalmente se iba a llamar así. Pero a la discográfica DGC no le interesó y pidió que lo cambiara. (Años después, 2005, ya en otro sello, se desquitaría llamando “Güero” a su nuevamente exitoso álbum).
Mientras que el “perro”, si, es un perro. Es un Komondor. Un can de cría húngaro. Y la foto pertenece a Joan Ludwig, quien la tomó en 1977 para la publicación de la American Kennel Club; la asosiación de perros de raza de USA.
Ceriticaciones y re-ediciones
Fue certificado 7 veces ‘Platino’. Y tiene vendidas más de 6,5 millones de copias.
Se publicaron 5 singles: “Where It’s At”; “Devils Haircut”; “The New Pollution”; “Sissyneck” y “Jack-Ass”.
Se reeditó en 2008 en un box de lujo en formato doble LP.
Informe: Alejandro Ojeda para Circus y GenteConOnda.com
Ahora volvé a revivir esta obra maestra de los 90s, acá: