Según la ocupación actual y el espacio disponible, desde la Municipalidad de Oberá reconocieron que en abril del próximo año se agotará la capacidad del cementerio La Piedad, por lo que iniciaron la exhumación y el traslado al osario de los restos que se hallan en tumbas que adeudan el impuesto de varias décadas.
De todas formas, no se trata de una medida compulsiva y previamente publican edictos para citar a los deudos con la intención de que regularicen la situación.
Actualmente, la tasa municipal por sepulturas en tierra asciende a 1.200 pesos por cinco años, mientras que en nicho se eleva a 1.800 pesos por el mismo lapso.
En total, existen 15.147 tumbas y alrededor de 5.000 nichos, precisaron desde la comuna.
Estiman que restan 250 parcelas en tierra, aunque el ingreso anual promedio es de 390, lo que confirma la necesidad de recuperar espacio.
“La capacidad está prácticamente agotada, no tenemos espacio y no existe la posibilidad de expandir en terreno. Por ello debemos tomar decisiones rápidas que tal vez no gusten a todos, pero que son urgentes para la transformación del espacio”, comentó el intendente Carlos Fernández.
En tanto, precisó que comenzaron a remover las tumbas que “hace más de 20 o 30 años que sus familiares no se acercan a regularizar la situación en el municipio. Por ello se realizaron y se continuará con la publicación de edictos para citarlos y que en conjunto podamos decidir las acciones. Explicarles qué queremos hacer con sus deudos”.
Además de recuperar espacio, anticipó la intención de implementar un plan de modernización y ordenamiento del cementerio municipal. Asimismo, cada cinco años se renueva el espacio destinado al sector sin cargo para indigentes y NN. El plan de mejoras contempla la ampliación del osario, donde se depositan los restos óseos removidos.