Cuando se gestó el Frente Renovador en 2003, las ideas brotaban pero no existía la homogeneidad en su máxima expresión. Se venía de un gobierno en su mayoría radical a nivel nacional (la Alianza) y se transitaba por una etapa de justicialismo clásico, todavía sin la proyección de lo que luego sería la impronta del Kirchnerismo.
A partir de allí, con el correr de los períodos (2007, 2011, en adelante), Misiones consolidó una idea que hoy es una de las banderas: un proyecto misionerista. Y a partir de allí comenzó a defender sus intereses con mayor espalda ante el gobierno central sin importar el color político que estuviera. Entonces hubo un quiebre: porque a los históricos reclamos de la provincia, se sumó como bonus que fue el propio gobierno local el que administró sus recursos de forma equilibrada y cumplió con las exigencias, a pesar de las deudas que se mantenía desde Nación. Esto marca algo y se hace más notorio. Cada reclamo no es antojadizo, como ocurrió en las últimas semanas con la conformación de la zona aduanera especial. Hay un caparazón detrás que sostiene esos argumentos, una proyección e inversión. Entonces, si Misiones cumple (al dar quórum en el Congreso con los legisladores, por ejemplo), espera que la devolución sea en la misma sintonía. Como lo advirtió el propio presidente de la Cámara de Diputados Carlos Rovira, al señalar que desde Nación se comprometieron que la zona franca se aprobará tal como lo planteó Misiones.
Ese mensaje tajante tiene su connotación. Hay confianza, pero no altanería. Si la provincia plantea su reclamo es con argumentos. Para muestra basta sólo el proyecto Silicon Misiones, que no es poco; al contrario es la gran apuesta, junto a lo que ya se venía impulsando, como el Polo Tic y la Escuela de Robótica. Desde allí Misiones se le planta, como David a Goliat, al poderoso y exige. Con recursos cuidados, economía saneada y una bandera que tiene peso propio y apuesta a la tecnología del conocimiento. Sabe que esas cualidades son el caballito de batalla a la hora de que, de una vez por todas, haya un guiño para esta zona. El reclamo duró años, es cierto. La salvedad es que este proyecto homogéneo está consolidada.