“Se trató de un agresor especializado, que sexualizó la escena del crimen para que parezca que este se produjo en el contexto de un encuentro sexual”. A más de 15 años del crimen de Nora Dalmasso, el viudo Marcelo Macarrón comenzará a ser juzgado por un jurado popular. Está acusado de contratar a un sicario para estrangular a su esposa en su propia casa del barrio Villa Golf, de la ciudad cordobesa de Río Cuarto.
Macarrón, un reconocido médico traumatólogo de esa ciudad cordobesa, llegará en libertad al juicio que se desarrollará en los Tribunales de Río Cuarto y del que participarán 8 jurados populares, cuya misión será escuchar la declaración de más de 300 testigos y determinar por unanimidad un veredicto de culpabilidad o inocencia.
El viudo, el único sentado en el banquillo de los acusados ya que nunca se pudo identificar ni detener al o a los presuntos sicarios, deberá responder una acusación por el delito de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía, y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”, en calidad de instigador, que prevé una pena de prisión perpetua.
El último fiscal que investigó el caso y cerró la instrucción de la causa, Luis Pizarro, consideró que el móvil del crimen de “Norita” estuvo motivado por “desavenencias matrimoniales y cuestiones económicas”.
Es que el denominado “Caso Dalmasso” tuvo tantos fiscales, como hipótesis del crimen y sospechosos en la mira, al punto que hasta el propio hijo de la víctima, Facundo Macarrón, estuvo imputado como autor hasta que finalmente fue sobreseído.
En el requerimiento de elevación a juicio, el fiscal Pizarro consideró que el viudo, “valiéndose de coartadas previamente organizadas, de la certeza tanto de la ausencia de los demás integrantes de la familia, como de la presencia, sola en su domicilio, de Nora Dalmasso, contrató una/s persona/s para dar muerte a su esposa, por precio o promesa remuneratoria”.