Lograr consenso debe estar en el top 3 de las consignas más complicadas en política. Porque para concretarlo, está claro que debe haber un bien común, un punto que beneficie a todas las partes. Y, se sabe, que a partir de una masa homogénea se puede transitar con mayor peso hacia el objetivo que se desee. En ese sentido, Misiones se movió con estabilidad. Se adelantó a todas las provincias, diagramó, estudió, comparó y sacó conclusiones. Y a partir de ese estudio minucioso –con el acompañamiento de todos los sectores-, presentó su petición a la Nación para convertirse en zona especial aduanera, reclamo que lleva años con distintos actores en el medio.
La media sanción en Cámara de Diputados fue el envión esperado, lógico, sensato. Pero, a diferencia de lo que fue el proyecto original, de esa jugada quisieron participar todos (o casi) y a partir de allí cambió la definición. Porque la provincia se convirtió en la adelantada, sin embargo cuando pasó la bandera a cuadros, se dio cuenta que tenía a todos adheridos a su idea. A ver, cada cual atiende su quintita, pero lo que tampoco debe olvidarse es que la tierra colorada tiene el 90 por ciento de su frontera rodeada por Brasil y Paraguay. Por eso suena lógico el planteo de Misiones, más allá que también es entendible el de los otros distritos, cada uno con sus realidades.
A partir de eso, la jugada cambió. Y lo que se encaminaba de una forma, dio un giro que si bien no es perjudicial, altera los planes iniciales. “Hemos visto que algunos gobernadores terciaron este tema y terminó saliendo lo que salió”, analizó Alejandro Haene, presidente de la Confederación Económica de Misiones. Y fue más allá, al agregar que “yo diría no hacer olas”.
El análisis del dirigente ayuda a entender que las expectativas, si bien se mantienen, quedaron desteñidas, más allá que la conclusión general de todos los involucrados apunta a buenos dividendos, algo por lo que al fin y al cabo se luchó. Es decir, se avanzó pero la estrategia se vio modificada. Y allí entra a tallar la letra chica. Hay que esperar que Senadores lo apruebe y aguardar por el organismo de aplicación, a raíz que la idea original de la conformación de una corporación mutó. Por eso, ese recorrido continúa, aunque con algunas piedras que hay que saber eludirlas.
El escenario auspicioso se mantiene. Todo indica que la Cámara alta acompañará la aprobación del presupuesto, en el cual está incluido la zona aduanera. Sólo hay que ser cautos y que el regalo llegue en una caja especial, con el producto deseado y un moño a tono. No vaya a ser que cuando se abra, se presente alguna sorpresa. Y allí sí, será más difícil repararlo.
Aulas y el tramo decisivo
Bajó la temperatura en cuanto al debate sobre la educación presencial. El aumento de casos obligó a que la prioridad sea completar los contenidos y tomar decisiones de base. Y para ello hay indicios claros: hasta el 4 de diciembre llegarán las clases, mientras que aquellos que necesiten repasar aspectos puntuales seguirán con libreta abierta. El escenario complica la presencialidad y las autoridades lo saben. A esta altura quedaron demostradas las dificultades y hay que ser medidos. Todo indica que la apuesta es la organización para el 2021.