Hay algo que se le suele reprochar a la ‘Generación Z’, (o Centennials), a veces con justa razón, lamentablemente, que es, su exacerbado individualismo y poco compromiso con causas populares. (Aunque la generación que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra. De todas maneras, hoy, ahora, no es el punto del debate en cuestión).
Pero si hay algo que lograron el devenir de los acontecimientos de los últimos tiempos, fue despertar justamente a esa generación, que dejó las pantallas, las redes sociales y la seguridad de su habitación para decir: ¡ALTO! Sobre nosotrxs no van a pasar.
Sobre Bartolomé Mitre y Avenida Callao a las 14 horas ya una multitud se estaba congregando para comenzar a marchar sobre las calles porteñas. Algunos intercambiando libros, otros terminando de escribir carteles y disponiéndose para recorrerlas calles para llegar del Congreso a la Plaza de Mayo.
Docentes, no docentes, estudiantes sumaron más de 800 mil personas en la horizontalidad de las calles (NdR: El Gobierno Nacional y sus medios amigos, le quisieron bajar el precio diciendo que sólo éramos 150 mil, pero quien haya visto las fotos, incluso ellos también, saben que ese número es tan real como los 5 perros del Presidente).
Muchos que por primera vez toman contacto con los movimientos estudiantiles y otros tantos más, habituados a los históricos reclamos presupuestarios y edilicios de las universidades. Desde la CGT hasta universidades privadas como la UADE marcharon hacia la plaza acompañando el reclamo por el ajuste feroz a las universidades públicas.
Desde hace ya varias semanas las universidades apagaron sus luces en los halls de entrada y en algunos casos tampoco hay agua. “Papel higiénico y miedo nunca tuvimos” dice agitándose en el aire un cartel en la plaza. Ese mismo aire, por momentos poco el que se respira, acompaña al entramado de efusividad e indignación organizada.
El trayecto que abarca del Congreso a Casa Rosada es corto e intenso, una digna escena cinematográfica atraviesa la cuadra del Gaumont. En la misma cuadra sobre la Avenida de Mayo los vecinos de Congreso salen de sus balcones cuales reyes a arengar a los estudiantes.
Son ellos, estudiantes que en su tarde saltan, gritan, reclaman por su futuro y el futuro de Argentina.
Como en 2001
Así como en 2001, que se hicieron las “13 horas de re-corte”, cortando por 13 horas, las calles frente a todas las facultades del país, como protesta al 13% del recorte que hicieran Ricardo López Murphy y Patricia Bullrich, así, ell@s hoy, hicieron el #23A.
Si, ell@s pertenecieron a ese casi millar de personas que estuvieron ahí, copando cada capital argenta. Formando parte de esa marejada popular, esa, que levantando la mirada, para donde sea que miraras, se hacía casi inabarcable e interminable.
Ell@s fueron l@s protagonistas. Esto, va a quedar escrito y se va a contar que: Una tarde de Abril, fueron una miríada, que comenzó a cambiar la historia de mi país.