“El deseo sin paz, sin seguridad, sin salud mental es muy difícil. Para poder desear, ser eróticos y sexuar y erotizarnos, es importante estar en paz. Y tener la salud mental en eje y con cierto equilibrio. No podemos prescindir de eso. Y ahí todas las generaciones estamos involucradas”, con estas palabras de Andrea, directas, con las que no podés mirar a otro lado, escogimos abrir esta muy interesante nota.
La Psicóloga, Sexóloga y Escritora, Andrea Orlandini, habló en CIRCUS 104.9.
Fue en el ‘Año 011’ en el segmento «Vivir en Colores» del programa QUIÉN DIJO? (lun a vie 15h) donde hablamos de la necesidad de más amores reales, conexiones emocionales y como es importante trabajar en nuestra salud mental para ello.
Creo que la mayoría estamos de acuerdo que palabras como “escucha activa”, “comunicación asertiva con los vínculos”, “responsabilidad afectiva”, “equilibrio emocional” y “empatía” son todas palabras que suenan muy bien en lo discursivo y quedan muy bien en posteos y estados en nuestra redes sociales, pero a la hora de hacernos cargo y llevarlo nosotr@s mism@s a la práctica, ya estaría habiendo, mínimamente, una distancia de un año luz.
Y para respaldar esto, Andrea es muy clara: “Nos está faltando mirarnos con cariño, la ternura, el abrazo, la conexión humana con la otra persona. Después sexuamos si tu quieres, pero antes si o si debe haber una conexión emocional”.
También es cierto que eso que se le señala y critica tanto a la ‘Generación Silenciosa’, ‘Boomers’, como ‘Generación X’; que es la de bancarse y tolerar cualquier cosa en post de sostener y sacar adelante la pareja a como de lugar. Muchas veces amparada por la hipocresía o “la pantalla”: finjamos demencia, por temor al “qué dirán”.
Como las siguientes generaciones, tanto la ‘Generacion Y’, la ‘Generación Z’ (y ‘Milenials’ o ‘Zilenials’; una transicional que comprende una media entre Y y Z), como la ‘Generación Alfa’ (o ‘Centenials’, transicional entre la Z y la α), ya se van al otro extremo. Una casi total apatía y falta de constancia; falta de compromiso; falta de voluntad de construcción e intolerancia; así como una casi nula conexión real con las personas. Siendo determinados por la ansiedad y la inmediatez, generada por la influencia de las redes sociales; así como preocupantes trastornos y fobias relacionados a ello. Priorizando el individualismo, la falta de reciprocidad y empatía, como su aislamiento.
Lo cual queramos o no, estos aspectos negativos comienzan a empapar y afectar a las anteriores, por su natural predominio actual en el habitual recambio generacional normal. No hallando aún un balance sano.*
* (Fuentes: Estudio general de la Social Survey entre 1988 y 2018; ‘Las parejas y la felicidad instantánea’ de Sarah Knapton para The Telegraph, Abril 2021; ‘Las generaciones: ¿importa cuando naciste?’ – Editorial Atlantic Books – 2021 – de Bobby Duffy, catedrático universitario británico y uno de los más importantes investigadores sociales del mundo)
¿Vieron que hablábamos de “comunicación asertiva con los vínculos” que se dice más de lo que se practica? Entre la falta, mala o deficiente calidad de la comunicación interpersonal, destacamos una frase muy recurrente en la actualidad que es la siempre casi indescifrable, poco clara, muy ambigua y de libre interpretación según el sujeto que es: “Estoy en una”.
Andrea nuevamente es tajante: “Si uno está atravesando momentos difíciles o ir a otros tiempos avisar. No decir: ‘Estoy en una’, porque la verdad que decir ‘Estoy en una’, ¿qué significa? Es muy ambivalente.”
Luego ‘sincericidios’, falta de claridad y honestidad, intolerancia, como otras cuestiones igual de importantes, se las dejamos en la nota.
Pasen y lean (o vean) una nota que busca iluminar más el camino hacia los amores reales
“Van cambiando ciertos paradigmas, como la sociedad va cambiando, no digo de manera negativa, pero si con ciertos riesgos, mostrando sus carencias. Porque el ser humano es un ser carente en si. Entonces hay una máscara de poder mostrarme íntegra, con mi mejor cara. Y la verdad no es así. Hoy creo que como tu dices, la que garpa; me encanta esta palabra; (risas); la que garpa es la honestidad brutal, que yo lo diferencio de sincericidio, porque no es lo mismo”. Es lo primero que nos dice Andrea.
Empatía: La palabra de moda. “La honestidad tiene que ver como yo de manera asertiva te digo lo que necesito de ti, lo que quiero de ti, lo que quiero ofrecerte a ti, pero con empatía. Con empatía, por favor. Yo sé que es una palabra que se usa mucho, pero se practica poco. Es como el poliamor, se habla más de lo que hay. Acá pasa lo mismo. De empatía se habla un montón, pero lo cierto es que poder entendernos entre los lugares de vulnerabilidad hoy más que nunca, es difícil.”
Intolerancia: La actitud de moda. “Veo mucha intolerancia. Gente con mucha mecha corta. Cuando antes se podía expresar las cosas con mayor amorosidad, ahora hay menos. Con lo que hay más posibilidad de desencuentros, de violencia, mucha insatisfacción que muchas veces se pone en boca, en hombros o espalda de personas que nadie tienen que ver, porque son sensaciones nuestras y al encontrar tanta insatisfacción tenemos buscar un responsable. Y ahí, en esas demandas, esos reproches, nos alejamos de los demás, teniendo muy poca tolerancia y muy poco asertividad a la hora de pedir las cosas humanas que queremos compartir.”
Más amor, menos virtualidad. “Hoy más importante que hablar de penetración, coito, orgasmos múltiples, poliamor, abrir la pareja o ‘swingear’, es escucharnos, vernos, abrazarnos, mirarnos fijos a los ojos detenidamente, para encontrar esa conexión.
Me permito decir: Por favor, apoyemos a los amores reales y no a los amores artificiales, haciendo mención a esto de las IAs que sustituye encuentros. Más amores reales, menos artificiales.”
Andrea Orlandini en Internet:
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Facebook: Andrea Orlandini
Por: ALE OJEDA para CIRCUS y GENTECONONDA.COM
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