La música y compositora, Alejandra Melgarejo, charló con CIRCUS 104.9.
Fue en la Temporada 11 del programa QUIÉN DIJO? (lun a vie 15h) donde nos contó sobre sus inicios y su actualidad con Aurazul.
Alejandra tiene una de esas voces que no pasan desapercibidas. Una mixtura entre potencia, profundidad y suavidad. Y aunque sabemos que la voz es un bien no renovable, escucharla cantar ahora, como quienes estuvieron (estuvimos) presente en el Mate Rock el día Sábado 30, claramente se nota que los años le sientan muy bien.
Además, conversar con ella, siempre termina siendo una grata situación. Aunque sea un poco crítica. Porque lo primero a lo que se refirió fue a la forma a la que la industria te lleva a cantar actualmente.
“Sin saberlo te vas corriendo de plano y eso comienza a cansar la voz y el oído. Y actualmente eso pasa mucho, le cambian el plano vocal y al cambiar el plano real de la voz natural, (que es un poco lo que hace la industria), comenzás a desgastar rápido tu voz”.
Para luego acentuarlo. “Hoy yo escucho cantar a las chicas y como que todas se parecen y las escuchás y se parecen unas a otras. Mercedes Sosa no estudiaba para ser Mercedes Sosa, porque ya lo era, tenía su voz.”
Tampoco olvidó sus orígenes, siendo aún una adolescente muy joven. “A los 15 tuve mi primera banda y hacíamos covers de Led Zeppelin. Y a los 16 entré a una banda de soul profesional, la banda era monstruosa y todos los arreglos vocales los empecé a hacer yo.”
Luego de eso decide seguir su carrera estudiando. “Me inscribí en ‘Bellas Artes’ y eso abrió todo un mundo en mi cabeza”. Comentó.
Actualmente con Aurazul está preparando ‘Causa y Efecto’, su nuevo disco.
Pero además como buena hija de la ‘Generación X’ hablamos de como se vivía y se vive la música, cuando se escuchaba un álbum completo.
Pasen y lean una nota a una de las mejores voces que tenemos en Misiones
“Yo pertenezco a la generación de los adolescentes sufrientes, la ‘Generación X’. Sufríamos mucho por todo lo que pasaba. (risas). Entonces empecé a cantar sin darme cuenta, porque mi Papá es músico y me hacía cantar. Y cuando entré a la adolescencia empecé a sufrir, viste eso de ‘el mundo contra mí’ y todo eso, entonces era agarrar una guitarra.
Un día me enojé mucho porque yo era una adolescente de 14 años, empoderada, porque teníamos que tocar en el viejo Canal 2 (actual América TV) y él llegó tarde y no pude ir. Entonces enojada tanto que dije: ‘Voy a aprender a tocar yo la guitarra’. Y cuando le pedí a mi Papá que me enseñe, me respondió: ‘Respetá la música, respetá el escenacio y andá a estudiar’. Eso también me enojó tanto, que no le hablé por semanas. Pero luego eso que hizo, se lo agradezco toda la vida”. Es lo primero que nos cuenta Ale.
El secreto es estudiar. “Esto lo decía Celeste Carballo el otro día y me encantó, porque pienso igual. Inclusive lo charlaba con mi coach, que las voces femeninas se desprenden del gospel, haciendo lo mismo que hacía Aretha Franklin cuando abría la boca naturalmente. Sólo que nosotras lo tuvimos que estudiar durante 30 años. (risas). Pasamos por todo este proceso y al final de cuenta te das cuenta que la conexión de tu voz con tu cuerpo y quien sos. Yo sigo sosteniendo que el cantar se desprende un poco de la sanación.”
Picotear canciones. “Nosotros venimos de escuchar muchísima música, mi Papá hace folklore, pero en mi casa se escuchaba Almendra, Litto Nebbia y Beatles. Si quería escuchar a una gran cantante, buscaba una disco de Aretha Franklin. Y hoy veo que eso no sucede tanto. Lo veo en mis sobrinos y con mi hija y veo que no escuchan tanta música, van armando playlist y no picotean temas, en realidad su capacidad de atención es tan volátil y mínima que no se detienen a escuchar. Entonces esa asimilación física y energética de la música nos fue fogueando.”
¿Qué onda el rock? “Yo creo que el rock dejó de tener algo para decir, que había sido lo que nos había puesto a pelear. El rock fue una revolución social e intelectual, que hizo que una tenga algo para decir, ya sea enojada, decepcionada, buscando tu lugar, llorando por un desamor, lo que sea, que quisieras decir, era muy rico a nivel discurso. Y hoy no tienen mucho para decir, salvo por excepciones, todo es tan superficial, que perdimos una parte muy rica de la música que es la letra.”
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(Por: Ale Ojeda para Circus y GenteConOnda.com)