“¿Se puede amar sin deseo? ¿Se puede desear sin amar? ¿Qué estoy añorando en mi vida sexual? ¿Qué prácticas me gustan y no estoy incorporando? ¿Cuáles son los escenarios que más me excitan? ¿Qué elementos en común con mi pareja hemos podido desplegar? ¿Qué historias sexuales en la que me he visto envuelta me resultan atractivas y deseables y quisiera repetir?”
La Psicóloga, Sexóloga y Escritora, Andrea Orlandini, habló en CIRCUS 104.9.
Fue en el ‘Año 011’ en el segmento «Vivir en Colores» del programa QUIÉN DIJO? (lun a vie 15h) donde hablamos de dos de las cuestiones más importantes en cualquier vínculo sexoafectivo: Amor y deseo.
Con cuantas preguntas arrancamos. Cuantas dudas. Partimos de la base de la única certeza que tenemos que es que el amor se trabaja.
Y la idea es justamente poder conversarlo, poder ponerlo en palabras, animarnos a la reflexión y compartirlas, dejando justamente en claro esto desde el inicio.
“El poder hablar y poder hacer un contrato nuevo sobre la sexualidad y compartir que es lo que estamos deseando hoy, que es diferente a lo que estuvimos deseando en otro momento, se puede transformar. Se pueden incluir nuevos elementos”. Elementos que quizás tienen que ver con incluir juguetes, juegos de roles, hablar sobre fantasías, cumplir algunas en las que ambas partes estén de acuerdo. Ya que recordemos que el consenso y el respeto entre ambas partes es muy importante.
“El amor tiene otras caras y hay veces que el deseo no acompaña. Desear y querer son dos cuestiones distintas. Esas dos palabras no van asociadas, no van juntas”, afirma Andrea. Y si de algo tenemos mucha seguridad es que la motivación inicial, aquella de los primeros 18 meses (también conocida como “etapa de luna de miel”) se desvanece y luego ese velo ilusorio del enamoramiento, venimos las personas reales, con nuestras historias y construcciones pretéritas. “Después hay que laburarla, hay que convivir con la rutina”, agrega.
Pero también nos plantea otro escenario, uno que tal vez no lo teníamos en cuenta y que tiene una gravedad significativa en el universo de los vínculos sexoafectivos. “Hay muchas parejas que tienen nula actividad erótica, pero si otras cosas que las unen que tienen que ver con la sexualidad, si con la intimidad emocional.”
Pasen y lean (o vean) una nota que no sólo nos cuestiona, sino que nos propone otro contexto
“Muchas veces se presenta, es normal, es natural, que en las parejas haya una baja en el deseo, mesetas.
Hay muchas personas que tienen a idealizar la vida sexual como mandato, como lo hemos dicho en otras oportunidades. Como el mandato que debe ser activa, en movimiento, dinámica. Lo cierto es que el objeto siempre deseante, no siempre va de la mano del amor.
Muchas veces es contradicción esto del amor y el deseo; y del deseo y el amor”. Es lo primero que nos dice al respecto Andrea.
Factores externos que inciden. “Está todavía el prejuicio, de la controvertida diferencia entre el sexo planificado y el sexo espontáneo. Creo que la convivencia de ambas es posible. Yo creo que se puede amar y desear a la misma persona. Pero ¿qué pasa? Esto no es innato, se requiere aprendizaje, trabajo, dedicación. Sabemos, por los tiempos que vivimos, que mucho de los factores, que pueden intervenir en ausencia del deseo tiene que ver con el stress, con crisis económicas, de crisis hormonales, tanto de mujeres, como de hombres, de cansancio, toma de psicotrópicos o antidepresivos, interfiere en la capacidad de desear. Entonces ¿cómo podemos hacer para que esto no sea mal interpretado que, si tu no me deseas, no me amas?”
Animarse. “Quiero decirles a las parejas que llevan algún tiempo que esto se trabaja, hay un tiempo, una dedicación, hay que ponerle mucho swing y mucha onda, como todos los vínculos. Vínculos amistosos, familiares, sexuales/eróticos. Se recrean instancias más facilitadoras. Entonces así, el deseo puede recuperarse ante la posibilidad de un diálogo, donde se expongan sobre la mesa, fantasías, deseos, cosas que yo no te he podido confesar antes, que tienen que ver con mi deseo y mi curiosidad, con mis ganas de explorar. Mientras más inteligencia erótica y sexual haya, más facilidad para el diálogo vamos a tener.”
Establecer contratos. “Sigue habiendo un tabú que todo es espontáneo, que todo es fácil, todo el mundo está excitado en cualquier momento. Y en la vida real no es así. Por eso cuesta un poco más poder entender que el amor se construye y el deseo se trabaja, se dialoga, se conversa. Esto nos humaniza. Lo que quiero decir, que, a diferencia de otros vínculos, donde quizá es más fácil establecer nuevos contratos, en los contratos de amor, cuando se habla justamente de amor y de deseo hay un prurito, un tabú.”
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Por: ALE OJEDA para CIRCUS y GENTECONONDA.COM
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