Inquieta. Hábil. Sagaz. Inicia el recorrido, acepta el ida y vuelta y confiesa: “Mi papá me hubiera criticado el buzo que tengo”. Se posa al frente de la lucha feminista y advierte que aún resta mucho por hacer. Suelta sus “inconvenientes” para ayudar al pequeño Astor en el jardín virtual y le tira un palito a Mauricio Macri por su gestión. Y regresa sobre su espejo, al observar a su papá: “Estaba orgulloso de que la pequeña que correteaba, ahora llegaba a la Legislatura”.
Anazul Centeno atravesó por todos los frentes, aunque nunca perdió el momento crítico. Más cuando puso la lupa sobre el presente de la Justicia, poder que le toca de cerca por su profesión de abogada, y que hoy sigue de cerca en su rol de legisladora provincial por el Frente Renovador.
“El Poder Legislativo es distinto al Ejecutivo, que tiene que asumir la mayor carga de la gestión, ejecutando las políticas públicas”, ensayó en su primera mirada en el capítulo 9 de Rock and Food por Circus 104.9 y Circus Play. “Nosotros acompañamos, para darle las herramientas al resto”, completó.
Recordó que sus inicios en la militancia se dieron desde la universidad (se formó en la UBA), que “fue evolucionando y lo hacía en organizaciones de base”, y espetó: “Uno va creciendo, y al incidir en el Estado debe tomar distintas formas, en eso va el proceso de madurar políticamente”.
Dejó claro que tiene “una línea marcada” que tiene que ver con el Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina y que supo “vivir el trabajo legislativo cuando trabajó para un senador en Buenos Aires”.
“Me cuesta (la Legislatura), es un ritmo distinto, pero me encanta. Por supuesto, me habitan las contradicciones como toda persona”, analizó Centeno quien destacó que la aprobación de su proyecto sobre el acoso callejero. “Uno tiene que laburar pensando en el futuro. El acoso que vivimos las mujeres no es una boludez. Habitar los espacios públicos siempre fue complicado y esta ley que se aprobó es entenderlo, que eso no es normal, que no tenemos que salir a la calle y tener miedo”, reflexionó.
Se metió de lleno en el contexto actual y subrayó que “la verdad, no sentí mucho el cambio de la cuarentena, porque tuvimos que volver rápido a la tarea legislativa ” y le dio paso a una reflexión cruda: “No debería asustarnos tanto la autocrítica; es fundamental en un espacio de gobierno, no lo pensaría en términos absolutos. Hay temas que estarían buenos seguir apuntalando”.
El ojo crítico lo posó en la Justicia y señaló que es un buen “tema sobre el cual avanzar. No puedo no pensar en Cristina Vázquez, a quien acompañé en su lucha. Once años presa injustamente, tenemos que pensar: es un poder aparte”, puntualizó sin olvidar a quien fue condenada por un homicidio que no cometió y ya en libertad, terminó quitándose la vida.
“En la provincia debemos pensar en mudar nuestro sistema judicial en lo penal e ir al sistema acusatorio. No puede ser el mismo juez que instruya, investigue, te juzgue y demás”, explicó al tiempo que remarcó que “la Justicia debe acompañar el crecimiento poblacional”.
Si bien cree que se puede estar mejor, en materia de políticas de género observó avances (“al gobierno le resta apuntalar un poco más”) y consideró clave enfocar la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas. Destacó la ley de cupo laboral trans y fue clara: “Lamentablemente de no haber una ley, no íbamos a integrar una lista en paridad. Es una realidad histórica, es súper necesario (los cupos)”. Y sin vueltas, precisó que “no me gustó el gobierno de Macri”, porque “para los intereses que él representa hizo bien las cosas”.
Centeno entendió el juego. Analizó, se sinceró y se mostró espontánea. Desnudó sus sueños actorales de niña, elogió a papá Jorge (médico y defensor de la educación pública), quien la dejó el año pasado, y sentenció: “Fue un grande. Antes de partir me dijo que estaba muy orgulloso de mí”.