Los malos tragos suelen repercutir de forma negativa o positiva de acuerdo a los anticuerpos del afectado. Y es allí cuando la conducta posterior a ello es clave para dar señales de hacia dónde se dirige el barco. El caso más resonante sigue siendo el veto presidencial a la zona aduanera que Misiones reclamó y en el cual varios distritos se prendieron, a sabiendas de los buenos dividendos que ello acarrearía.
Así y todo, a tanta expectativa, desde el Ejecutivo se decidió borrar de un plumazo, con argumentos que pueden gustar o no, pero que son menos discutibles que la decisión en sí, ya que había un compromiso para que ese proyecto sea incluido dentro del presupuesto 2021.
A esta decisión Misiones la tomó con altura. Es cierto que no gustó, pero en todo momento privó la madurez y se subrayó que seguirán los intentos por defender los intereses locales de manera insistente. Aquí queda algo que no se puede pasar por alto. Ante los reiterados frentes que debe atender la Provincia, no pierde la compostura. Basta por con mencionar la presión por abrir el puente San Roque, acertada en su totalidad si se tiene en cuenta el volumen de casos y el presente sanitario en Paraguay.
Aparte esto trae otro efecto-consecuencia que impacta de lleno en la economía: el grueso del dinero queda en la tierra colorada y con ello se beneficia toda la franja del comercio, más en esta época en la que, como siempre ocurre, la lupa está puesta en la economía.
El equilibrio de un gobierno es determinante para que a la hora de realizar un balance, dentro de un contexto delicado, haya serenidad. Es cierto que la proximidad de las fiestas alterará el escenario y obligará a redoblar esfuerzos para exigir y concientizar de la importancia de los recaudos. Una muestra de ello es lo que ocurre en el punto de ingreso a la provincia, Centinela, con el desborde de personas que desean ingresar test previo. Se sabe que habrá un mayor caudal de personas-turistas por estos días y por ello, los controles y el orden deben ir de la mano. Hay un agregado: el calor misionero, que obliga a tener todo diagramado para no tener más sorpresas en el ámbito de la salud.
Acá, claro está, juega el aumento de casos en las últimas tres semanas, que pasaron de una decena a rozar los 30. Entonces, con la llegada de la vacuna aún dando vueltas, resulta conveniente que la responsabilidad alcance a todos los estamentos. Porque hasta ahora el partido se viene disputando, por lo que sería un golpe duro si comienza a decaer la intensidad del trabajo para frenar el número de infectados. Y acá vale enfatizar el compromiso. Ocurrió a nivel nacional con CFK lanzando una advertencia a los ministros. Por acá corren otras aguas, pero no por ello se evade la autocrítica. Se acierta, y cuando se flaquea se corrije y se vuelve a actuar. Hasta ahora hay espalda, y se vienen varios frentes, el principal el turismo. Pero depende de todos; porque está claro, nadie se salva solo.