Historias del clanes familiares ligados al deporte son de a cientos. Padres e hijo, hermanos, generación de abuelo a nietos, las historias se multiplican y en este caso hay una singular que avanza a pasos firmes, aunque, claro está, con la mesura de los protagonistas.
Vidal González es un apellido ligado al fútbol y emparentado al gol. Sólo hace falta googlear para traer al presente los tres tantos de Antonio con los colores de San Martín de Tucumán en el histórico 6-1 a Boca en noviembre de 1988. Y hoy ese gran goleador que también jugó en Mitre, Guaraní, Argentinos Juniors, Nacional de Uruguay, Colón y el fútbol boliviano, entre otros, se ubica al costado y acompaña. Porque ahora el que transita el mismo camino es su hijo Ezequiel, quien desde inicios de enero comenzó la pretemporada con la reserva de Boca con apenas 16 años.
“Desde que le gustó en un principio, probó y quedó en Boca, tuvimos la posibilidad de acompañarlo desde hace seis años, acompañarlo como padre, es algo muy lindo”, relató Antonio a gentecononda.com y recordó que “viví como jugador, pero son otras épocas, ahora cambiaron un montón las cosas, él está en un equipo grande y son un montón de cosas que te toca vivir como padre y como ex jugador”.
El año pasado fue redondo para Ezequiel, quien ya se encuentra bajo el mando de Mariano Herrón, DT de la reserva. Fue el propio Antonio quien admitió que en el Xeneize “le va rebien” y se atajó: “Tiene unas condiciones tremendas más allá que sea mi hijo…” Ezequiel jugó en séptima todo el 2023, se coronó campeón y le subieron a quinta en el último tramo del año. “Teníamos que volver el 21 de enero y el último día le avisan que tenía que presentarse (el 28 de diciembre) para la pretemporada con reserva”, repasó Vidal González padre.
A su lado, sereno Ezequiel soltó algunos conceptos pero de forma más pausada. Resumió que “trato de hacer las cosas bien y jugar al fútbol, que es lo que me gusta. Jugando y escuchando lo me digan lo voy a corregir para que salga todo bien”.
Fuentes consultadas desde el campamento xeneize le confiaron a gentecononda.com que Ezequiel “juega bien” y allí, en el campo de juego, el joven acumula sueños, como extremo por derecha a pesar de ser zurdo. A su vez, continúa con los estudios de manera online a la tarde (pasó a cuarto año) y escucha sobre qué aspectos debe pulir.
“Hace seis años vemos todos los partidos, más allá de lo que uno puede enseñarle, el Chipi (Barijho, DT en séptima) fue fundamental este año y ahora me dijo que trabaje la derecha y el cabezazo, ‘laburale en ese y que entrene’”, marcó Antonio sobre cuáles fueron las sugerencias y aclaró: “Por supuesto que le falta un montón de cosas”.
A pesar del historial del padre, puede ocurrir que los hijos se inclinen por otra actividad. Pero Ezequiel apuntó al fútbol desde niño y hace seis años se enteró de una prueba que hacía Boca en el autódromo y fue a medir suerte con chicos más grandes. “Ahí quedé y me hicieron una prueba en Buenos Aires al mes siguiente”, recordó el juvenil misionero, a quien al tercer día ya le dieron el ok para sumarse.
“Le llevamos con 10 años y tiene 16”, contextualizó Antonio, que contó que viven en Ezeiza y a las prácticas a la mañana “le lleva Pernía y a la vuelta paso a buscarle. Es la rutina de lunes a sábado, veremos cómo se desenvuelve en reserva, es algo muy lindo y un aprendizaje espectacular”.
Todo fue muy rápido para Vidal González hijo, que tuvo un 2023 intenso y reconfortante, quien ya firmó contrato con Nike y tiene como espejo en su puesto al Changuito Ceballos, “es un referente y me gusta mirarlo como juega”. ¿Y Vidal padre corrije mucho o lo toma con calma?, preguntó gentecononda.com… “Papá es hincha un poco, trata de corregir y yo de escucharlo”, respondió.
“Acompañamos, más en este momento que es cuando más necesita”, reflexionó Antonio que sabe que en el deporte hoy, como varios aspectos de la vida, el camino suele ser vertiginoso y casi sin pausa.
“Tiene 16 años y en quinta iba a estar bien, para él es algo espectacular” llegar a reserva. “Es un niño y va a aprender muchísimo, va a madurar”, enfatizó Antonio, que coincidió en que el fútbol es muy voraz, “hay competencia”, aunque saben manejar este proceso. “Somos tres patas, él, nosotros como padre y madre y los representantes”, cerró.