Un proyecto de ley presentado en el Congreso por la bancada de Juntos por el Cambio puso el foco en quitar de todas las dependencias públicas imágenes que tengan que ver con la Iglesia Católica. La presentación generó polémica y hubo repercusiones en la provincia, ya que quien se refirió a ello fue el padre Alberto Barros, quien se desempeña al frente de Cáritas. “Es querer borrar lo que está en el corazón de nuestro pueblo”, sentenció.
Sobre eliminar simbologías de la iglesia en dependencias públicas (el proyecto incluye otros asteriscos como evitar jugar por Dios), Barros sugirió que esto “es desconocer nuestra historia y si tiene tintes políticos es de una miopía política”.
“Llama la atención que con los enormes dramas se dediquen a este tipo de cuestiones, insisto en que son ideologías elitistas, están encerrados en un pequeño mundo y les cuesta ver la identidad de los pueblos”, asestó Barros.
Recordó que “nuestro pueblo tiene una impronta católica, también la iglesia acompañó la vida de los pueblos” y avisó que esta iniciativa de “querer anular, ningunear, bastardear es muy torpe, tanto en el pasado como en el presente”.
Remarcó que “la presencia de la iglesia generando valores” y reflexionó que “no ver eso es de mentes elitistas” y graficó que la gente “tiene sus imágenes al igual que las dependencias y no genera nada a nadie, no significa nada”.
Trajo a colación cuando después de la crisis del 2001 fue la Iglesia la que convocó a una mesa de diálogo con los distintos sectores y reflexionó de manera contundente: “Una ley de este tipo no significa nada, no van a poder destruir el alma de nuestro pueblo”.