Boca mostró síntomas de cierta reacción en la Bombonera en el duelo ante Platense correspondiente a la 12ª fecha de la Liga Profesional. Con dos goles de Oscar Romero, el punto más alto del equipo, el elenco de La Ribera se impuso por 2-1 sin mostrar un gran nivel de juego pero sacando adelante un trámite que se presentó más complejo de lo esperado después de una semana difícil para el club.
El encargado de romper la monotonía en el partido fue Oscar Romero. Y de qué manera… El futbolista paraguayo se hizo cargo de un tiro libre desde el sector derecho, pero bastante alejado del arco. Poco le importo eso: sacó un zapatazo que se colgó del ángulo y fue inatajable para el arquero Marcos Ledesma a los 11 minutos.
Poco pudo hacer Ledesma cuando faltaban menos de cinco minutos para el cierre de la primera etapa y Luis Vázquez exigió a la salida del equipo visitante. Robó la pelota, Villa arrastró dos marcas hasta la puerta del área, enganchó y sacó un centro al segundo palo que encontró a Romero ingresando solo para cabecear de pique al suelo y gritar el segundo de la noche.
El resultado estuvo en riesgo desde los 10 minutos cuando Vicente Taborda y Mauro Zárate generaron el peligro adentro del área y Nicolás Morgantini apareció en soledad para empujar una pelota que quedó sin dueño después de un disparo defectuoso de Zárate.
Entre aproximaciones y errores, el partido se diluyó casi sin situaciones de riesgo en los arcos, pero sí con tiempo de una acción destacada más: Ramiro González vio la roja en la visita cerca del final después de un tumulto que se generó tras una falta a Villa.
Fue una semana compleja en la vida del Xeneize que al conflicto interno y mediático con Agustín Rossi por su renovación se le sumó el impacto deportivo que significó la derrota por goleada ante Patronato en Paraná 3-0 de la fecha pasada. Ahora apuntará a la Copa Argentina, ya que el miércoles se mide con Agropecuario.