“Empecé con la música, tocando la guitarra, siempre me gustó la parte creativa de las bandas. De ahí nace mi conexión con el arte. Años más tarde buscando algo que me de tiempo libre para tocar me introduje en el mundo del tatuaje”, afirmó Bruno y justamente con esa frase elegimos arrancar la nota.
El artista corporal y tatuador Bruno Moretti, charló con CIRCUS 104.9.
Fue en el Año 12 del programa QUIÉN DIJO? (lun a vie 15h) donde nos contó parte de su vida en este arte cada vez más popular.
Tener tatuajes o piercings a comienzos y mediados de los 90s era todo un desafío. Primero porque no había prácticamente tatuadores (mucho menos profesionales); ni hablar de estudios de tatuajes.
Así que quienes tenían sus tatuajes, en el mejor de los casos es porque se había ido a Buenos Aires y se lo hizo allá. En otros casos o se hacía con aguja y tinta china, punto por punto (el también conocido como “tatuaje tumbero”) o se fabricaba su propia máquina con un caño de cortina, un motor de pasacassettes y un transformador de video juegos.
Todo esto, sabiendo la estigmatización que ibas a padecer… o tal vez no, ya que inconscientemente lo hacías, dándote cuenta después del precio social que habría que pagar.
Había una frase muy famosa por aquella época que te solían repetir: “Sólo los marineros, los delincuentes, gays y drogadictos tienen tatuajes y yo no veo ningún barco por acá”.
A mediados de los 2000 eso fue cambiando y el hecho de ver a figuras públicas de alto perfil llevándolos le dio visibilidad social y aceptación masiva. Marcelo Tinelli fue claramente una de ellas. Luego jugadores de la selección y a partir de ahí, comenzó. Hoy, hay grandes casas y estudios que lo hacen, también hay artistas muy reconocidos dentro del ámbito. Y hasta las más importantes figuras de la política tienen al menos uno. Al revés de lo que era en sus inicios, ahora es más raro quien no tiene un tatuaje, a quien si lo tiene.
Él especializa en una técnica de tatuaje llamada Black & Gray orgánico y el realismo.
“El realismo es copiar algo, por lo que se estudia la luz y la sombra, los matices, las texturas, de ahí lo desarma para armar algo propio.
Primero hay que entender las reglas, para después entenderlas”, afirma muy sensatamente.
Actualmente es Embajador de la marca Radiant, la cual lo sponsorea. Al respecto comentó: “Lo lindo es que yo la marca ya la usaba de antes. Somos muy pocos en Argentina que trabajamos con ellos. De hecho, hay mucha gente que tiene sponsors que no los usa, no es mi caso.”
Pero no es magia. Para llegar hasta acá, tuvo que haber recorrido mucho camino. Camino que aún recuerda con una anécdota muy simpática: “Al primer amigo que tatué, él está orgulloso con su tatuaje. Le digo: ‘Boludo, te tengo que arreglar esa mierda, está mal hecho, mal ubicado’, pero a él le encanta, no se lo quiere tocar.” (Risas)
Pasen y lean (o vean) una nota para llevarla en la piel
“Siempre me gustó mucho la parte creativa y la parte de herramientas también me encantan. Fui a una escuela técnica y soy re manija con eso; desarmar todo y volver a armar. Es más, cuando comencé a tatuar usaba máquinas de bobina. Empecé si un mango, tenía 1 sola. Entonces era armarla para tirar las líneas, las desarmaba para pintar y así iba cambiando agujas. No podía hacer una línea y pintar. Tenía que desarmar todo y armarla para pintar.
Encima no había Youtube, no había una mierda.” (risas) Es lo primero que nos cuenta Bruno.
Vale por un tatuaje. “Te lo puedo resumir contándote que una vuelta hace unos años unos chicos me armaron un grupo de Facebook que decía: ‘Bruno tiene más amigos que Roberto Carlos’. Así que imaginate que no tuve que tatuar frutas, tuve muy buenos amigos que pusieron el lomo. Y el ‘man’ que me enseñó a mí, me dijo sabias palabras: ‘Vos tatuá, que todas las cagadas que hagas hoy, algún día las vas a tener que arreglar’” (risas).
¿El músico que se convirtió en tatuador o el tatuador que fue músico? “Yo siento un paralelismo todo el tiempo. Desde que arranqué, siempre lo relacioné todo con mi aprendizaje con la música. Un ejemplo, cuando vas necesitando más habilidades técnicas, y querés hacer cosas más complejas, vas viendo que no te sale. Entonces, tenés que sentarte y practicar, practicar, practicar, hasta que sale. Y eso me ayudó muchísimo a saber esperar y no desesperarme. Así que la parte de músico, me super sirvió a mí.”
La pregunta ‘QD?’ si te encontraras con ese Bruno que comenzaba a tatuar ¿qué le dirías? “Tengo un compañero acá que es amigo de toda la vida, que tiene una frase muy característica que dice: ’Mandale charrasca’. Así que le diría a ese Bruno: ‘Mandale charrasca sin miedo’” (risas)
Bruno Moretti + Suburbios Tattoo
Instagram: Bruno Moretti
Facebook: Bruno Moretti
Suburbios Tattoo: Dirección: Calle Gral. Manuel Belgrano #2725 (entre Peri y Mascardi) – Neuquén (Neuquén)
(Por: ALE OJEDA para CIRCUS y GENTECONONDA.COM)
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