Cada día, en Misiones se atienden centenares de casos en los centros de salud. Todos los gastos corren por cuenta del Estado provincial y vale la pena citar ejemplos: una simple cama en el área Neonatal cuesta 75 mil pesos; un parto sale 210 mil pesos y una cesárea 240 mil pesos. Pero cada persona sin obra social que reciba estos servicios no pagará nada. Además, para puntualizar sobre los servicios de salud, una sesión de quimioterapia tiene un costo de 250 mil pesos. Y hasta un simple PCR (test) del dengue sale 8 mil pesos. Todo a cuenta del Estado que hizo una política tributaria para lograrlo.
Dos de cada tres pesos que ingresan por impuestos en el Estado provincial vuelven a la gente en salud, educación y bienestar social. Esa proporción (67 por ciento) es una decisión política del gobierno.
Y en este ámbito, con el Parque de la Salud a la cabeza, implica una cobertura en un sinnúmero de intervenciones, tratamientos y acciones de prevención en favor de la población misionera, todo en forma gratuita.

Para la salud pública, Misiones dispuso en su Presupuesto 2023 de partidas hasta por 84 mil millones de pesos (si se suman las partidas de Salud Pública y el Parque de la Salud).
Una resonancia magnética nuclear cuesta 18 mil pesos y una cirugía cardiovascular tendrá una cotización de 2 millones de pesos; cada día en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) tiene un valor de 330 mil pesos. ¿Cuánto le sale al paciente misionero? Nada.
Ni hablar del famoso robot Da Vinci que sólo en Misiones opera en forma gratuita para la gente.
Cada intervención de esta máquina excepcional conlleva un costo de 13 mil a 15 mil dólares. Esto es, unos 7 millones de pesos.
