Cada tema que aún parece esquivo para la sociedad necesita que se lo aborde con una mirada reflexiva. En este caso, el 2 de abril es el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo y para ello la psicopedagoga Fernanda Pedrozo, coordinadora de la Clínica Educar, se refirió a la importancia de abordar esta tema.
“Siempre tratamos de concientizar y hablar sobre el autismo para que podamos conocer un poco más y sobre todo bajar algunas barreras que tenemos en la sociedad”, reflejó la profesional en diálogo con La Gran Mañana de Circus.
Explicó que el autismo es “una condición del neurodesarrollo que una persona va a tener toda su vida” y que esta condición “va a afectar un desarrollo diferente en algunas áreas, como el social, la comunicación y puede manifestarse algunas conductas repetitivas”.
Para ser más explícita, subrayó que cada persona con autismo “es diferente”, que “no todos son iguales”; por eso “hablamos de espectroautista. Están aquellos que se comunican con pictrograma o comunicadores visuales y personas con condición de espectroautista que tienen un lenguaje muy sofisticado y estructurado. Son perfiles diferentes pero están dentro del espectro”.
Según Pedrozo, “hablamos de una condición” y que la mirada social “suele ser generalizadora” de las personas con autismo.
Por otro lado, reparó que “avanzamos muchísimo los criterios diagnósticos, tenemos herramientas específicas y existen tres niveles que dependen de las habilidades de la persona”, situación que les permite en lo terapéutico “construir objetivos”.
Acerca de qué a edad aparecen las primeras señales, resaltó que las conductas se manifiestan desde temprana edad, “el desarrollo de un niño tiene unas primeras señales, a los dos meses la ausencia de sonrisa social; a los 6 de meses de falta de alegría; a los 10 meses no responder la nombre” y añadió que “lo ideal es que el profesional controle ese desarrollo”.
Por último, Pedrozo destacó que como los niños ingresan antes al sistema escolar, “los docentes actúan mucho como agente preventivo”.