Cada sector que ofrece un servicio está pendiente del día a día, entre ellos el sector de los transportistas escolares, desde donde se alzó la voz. Rosi Ocampo, representante Asociación que nuclea a estos trabajadores fue tajante al afirmar que “estamos trabajando en pésimas condiciones en el sector” y puso el foco en la falta de combustible, que “afecta a nuestro trabajo” además del “aumento” porque “nos afectó un montón” y trae su efecto colateral.
Ocampo señaló que los padres de los alumnos “son conscientes” de la suba y la inflación, recalcó que “tenemos que mantener las combis en condiciones” y que eso “nos limita si aplicamos un incremento”.
“Esto nos está costando mucho no hay repuestos”, lamentó a la vez que puntualizó que hay colegas que estuvieron un mes alquilando otros vehículos para cumplir con los clientes. “Si hoy se rompe algo de las combis es imposible arreglar”, describió.
Consultada sobre los costos, subrayó que “vamos a terminar julio con 12 mil pesos”, pero que “ahora se va a 15 mil el servicio” (un aumento del 25 por ciento) y argumentó: “Suena mucho, pero son 617 pesos ida y vuelta todos los días, cuando un remís de la rotonda al centro son 700 pesos sólo de ida. Ida y vuelta son 1400 pesos. Y el transporte escolar tiene otro servicio”.
Por último esgrimió que todos los sectores recibieron aumentos, “queremos que nos entiendan” y contó que “no tenemos las combis llenas como solíamos tener, es un problema”.