El riesgo de los contagios están, más allá de que se tomen todos los recaudos. Y ahora, con la vuelta a clases la posibilidad de que se confirmen casos y por ende afecten al entorno hace que se multipliquen los esfuerzos por frenar esa cadena. Así lo entiendo Sonia Rojas Decut, rectora del Instituto Santa María, quien resaltó la tarea que realizaron todas las instituciones para llevar adelante el protocolo y analizó como decisivo que además de la escuela, los demás integrantes de la sociedad se involucren.
“Estoy convencida del rol que tienen las escuelas, las comunidades están preparadas para que esto funcione siempre y cuando haya un trabajo colaborativo de la familia, de los equipos docentes, maestranza, porque es una nueva convivencia, hay muchísimo de compromiso y responsabilidad ciudadana y sobre todo empatía, respeto por mí mismo y por el otro”, resumió Rojas Decut en diálogo con Todo puede pasar por Circus 104.9.
Contó que están organizados en dos grupos con una alternancia de una semana, con presencialidad y no presencialidad, además de las aulas virtuales y que ayer en una de las aulas burbuja detectaron que un estudiante presentaba decaimiento. “Nos preparamos para estas situaciones”, subrayó al tiempo que agregó que “automáticamente aplicamos el protocolo”. El joven tenía principio de dolor de cabeza y al mediodía les confirmaron que el caso era positivo, “avisamos a las autoridades sanitarias y se aisló al grupo burbuja por catorce días; también al equipo de profesores y al preceptor”.
La rectora elogió el compromiso de las familias (“es destacable”), añadió que cumplen estrictamente este aislamiento y que mucho tiene que ver el trabajo que se inició el año pasado. Remarcó que “también tenemos protocolo socioemocional, porque es determinante estar atento sobre todo a las emociones, conservar la calma, nuestra función es incentivar el compromiso de la ciudadanía con la salud integral de uno mismo y del otro”.
Si bien descartó que pueda haber bullying con algún joven que se contagie, recordó que “tenemos una Ley de Educación Emocional, es una temática diaria”. Allí realzó lo hecho por la institución al precisar que “lo que hicimos fue con psicológos, psicopedagogos, para trabajar la empatía, el respeto. La primera muestra de eso nos dieron los 5to año”.
Sobre ello, Rojas Decut contó que “‘el último primer día’ era el 15 y no el 9. Los citamos a los 5to y nos sorprendió la responsabilidad de los chicos, adaptar al contexto ese ritual tan propio de ellos y la verdad fue impecable el comportamiento” y remarcó que “ahí están los padres detrás”.
Se refirió a que “no podemos estigmatizar a quien está con el virus, hay una concientización, pero es algo que lo venimos trabajando, no es de un día para el otro” y por otro lado reflexionó sobre este momento de la educación y los desafíos que tienen. En ese sentido describió que tienen una nueva orientación y que hubo un incremento de 92 estudiantes, algo que “nos motiva a conservar y que los docentes rompan con las materias y se trabaje con proyectos, con mucha transversalidad. No fue fácil, pero lo disruptivo tiene que ir acompañado de un mensaje muy claro a los padres”.