Un desafío mayúsculo se le presenta a Santiago Carabante, aunque él mismo aclara que tiene los pies sobre la tierra. El productor de cine misionero por estos días tiene una agenda intensa como parte del equipo de trabajo del film ‘Argentina, 1985’ sobre el juicio a la junta militar, que se desarrolló ese año y confiesa que está “contento, es una película necesaria”.
Con su productora La Unión de los Ríos fue convocado por el multipremiado Santiago Mitre, principal cara visible del proyecto, para la coproducción y se metió de lleno en el proyecto en el que sobresalen Ricardo Darín y Peter Lanzani en los roles de los fiscales Julio Strassera y Luis Moreno Ocampo, conocidos por haber encabezado la acusación contra los máximos responsables de la última dictadura cívico-militar.
“Quedan varias jornadas de rodaje, estamos avanzado pero falta un poco”, le contó a Todo puede pasar por Circus 104.9 quien también forma parte de El otro sol, que se emite por la misma emisora.
Sobre lo difícil del trabajo en este momento, recordó que Axel Kuschevatzky (quien también forma parte del proyecto) “publicó que hacer una película grande en una pandemia es una misión imposible, es difícil, con mucha incertidumbre, es día a día…” y puso como ejemplo que “nos testean a algunos todos los días y a otros tres veces por semana”. Sobre ello, agregó que “hay que esperar los resultados y si hay positivos hay que aislar a los contactos, pero tenemos protocolos muy estrictos, de todo tipo de prevención que nos permitió filmar con mínimos contratiempos”.
El productor de cine misionero se mostró con mesura y analizó: “Cuando te sucede algo a lo que no estás acostumbrado, que es lo que me pasa ahora porque hago películas más chicas, y que hoy esté acá es el resultado del trabajo de la productora y de varios años. Así y todo tengo un lugar porque de manera generosa mis coproductores aceptaron que esté y me van guiando y enseñando porque tienen más experiencia y como todo lo nuevo vas dimensionando a medida que te va pasando”.
Acerca de la dimensión de la película, Carabante no se puso el casete y fue genuino al señalar que “puedo tener una idea de lo que va a pasar por el tamaño de los protagonistas o lo que se cuenta” pero el anuncio del miércoles pasado, cuando se formalizó el film, “me sobrepasó, no lo imaginaba a una escala global”. Una muestra de ello, contó, fueron los innumerables mensajes de apoyo que recibió por ello.
Si bien está en el centro de los flashes, analizó: “Eso es hoy, el cine se hace día a día, película a película. Me toca ésta, tengo en mente películas como veníamos haciendo, vamos a intentar capitalizar ésta y por el momento disfrutando y sufriendo porque no es fácil el nivel de presión, más porque se filma en Buenos Aires, estoy lejos de mi familia pero en eso estamos”.
Sobre los actores, acotó que es una película que tiene mucha gente, cada uno cuenta con “tareas específicas” y tenemos el mínimo contacto posible. “Ricardo y Peter son personas muy simples, buena onda, pero por mi rol que tiene que ver más con lo administrativo tengo el mínimo contacto a pesar que nos vemos a diario en el set”. Agregó que “es hola y chau… antes (de la pandemia) se podía compartir, ahora eso no sucede, estamos separados. Es complicado cualquier cuestión que ponga en peligro la película”.
Por último, realizó un análisis ligado a los afectos y compartió: “Siempre sale lo lindo, el estreno, pero atrás hay muchos momentos que no podemos compartir, por los horarios, los compromisos”.