Veterinario, de cuna radical, buscó la banca en 2019 pero era consciente que la tenía difícil. Ahora, con mayor responsabilidad, confesó que se encuentra con los ánimos en alza y ve con buenos ojos esta etapa, de cara a las elecciones legislativas del 6 de junio.
“Cambió la campaña y la gente espera otra cosa”, suelta Pablo Argañaraz, invitado de Rock and Food en su capítulo 3 del calendario 2021 y quien buscará un lugar como concejal por el sublema ‘Te quiero mejor’ de Juntos por el Cambio.
“Es mucho más interesante encabezar una lista y la campaña es totalmente diferente en esta elección”, profundizó quien se crió en una casa “en donde se hablaba de política todo el día”. Avisó que su candidatura “no fue una sorpresa” y que ahora las campañas “son cortas, se vuelven más intensas y la gente espera otra cosa”. Su familia tiene un vínculo muy fuerte con la política y el radicalismo y si bien demoró en sumarse de lleno, hoy se halla “muy apasionado, feliz, estoy disfrutando” y remarcó: “El radicalismo es muy puerta a puerta y mi profesión me genera una interacción con el vecino más rápida”.
De profesión veterinario, cuenta con su especialización en reproducción vacuna (insemina vacas), y alega que “el veterinario de campo tiene otro estilo de vida”. Consideró como decisivo el aporte de Martín Arjol a quien conoce desde chico y analizó que “es bastante más difícil armar una lista de lo que parece”, pero la que encabeza “quedó bastante compacta”. “Martín nos ayudó con la incorporación de un comerciante fuerte” (en referencia a Luis Holz)”, una apuesta de Argañaraz para encarar esta etapa.
A la hora de observar un déficit en la ciudad, destacó que “hay 200 mil mascotas en Posadas según el censo de 2008” y que “es alarmante la cantidad de perros callejeros que hay” en la ciudad. Entiende que “el hospital de mascotas debe ser gratuito para el que no puede pagar” y alertó sobre las enfermedades que hay que tener en cuenta: “La rabia es mortal, no tiene cura”. Argañaraz se anima con su receta a una buena elección. Cuenta que “no sabe” hacer asado a la parrilla y que en su casa su padre es quien toma la posta.
Pero ahora, si llega al recinto será él quien debe ponerse al frente de temas espinosos, como por ejemplo Uber. “Uber me parece más seguro”, resaltó, pero aclaró que este servicio con el taxi tradicional “pueden convivir” porque “una cosa no empaña a la otra”. Y remató: “Hay que mejorar el servicio del taxi”.