Fue 2-1 en Lituania. La Albiceleste va por el bicampeonato y enfrentará a Portugal o Kazajistán.
Argentina lo hizo de nuevo: venció a Brasil en un clásico cargado de tensión que quedara para la historia y disputará por segunda vez en su historia la final del Mundial de futsal. El combinado de Matías Lucuix se impuso por 2-1 en el duelo que se disputó en el Zalgiris Arena de Kaunas (Lituania) y el próximo domingo buscará nuevamente el título contra Portugal o Kazajistán.
De la mano de Ferrao y Borruto, ambos equipos se habían dado advertencias de lo que sería ese primer tiempo de absoluta tensión. Brandi y Cuzzolino habían tenido también sus chances para darle la ventaja a Argentina, pero a los 11 minutos entre los experimentados Cristiano Borruto y Kiki Vaporaki rompieron el cero.
Los de Lucuix volvieron a pegar rápido con una jugada de costa a costa. El arquero Sarmiento inició una rotación desde abajo que tras una gran asistencia de Maximiliano Rescia terminó en gol gracias al Titi Borruto.
Cuando la Albiceleste parecía que se iba a ir con buena distancia al entretiempo, apareció el imparable Ferrao –máximo anotador del Mundial– para descontar: irrumpió por el segundo palo tras una jugada preparada a la salida de un córner y firmó el 2-1.
El complemento fue un culto a la tensión. La selección nacional apeló en muchos momentos a la contra, con un orden táctico y un compromiso por la marca notable. Brasil tuvo algunas ocasiones lógicas de este juego, pero no pudo tomar el dominio real del juego. La más clara para la Verdeamarela llegó cuando restaban dos minutos de juego cuando el capitán Rodrigo sacó un potente disparo que encontró al goleador Ferrao al lado del palo: increíblemente despejó la pelota en vez de empujarla al fondo de la red.
- “Son una potencia, son un equipazo. Estos partidos, como con Rusia, se definen por detalles. Tuvimos un nivel muy alto los 40 minutos, no los dejamos ser, nos tirábamos de cabeza a la pelota. Si uno fallaba, venía el compañero. Me voy feliz por el resultado, pero sobre todo por el rendimiento y la filosofía que estamos transmitiendo al mundo que con sacrificio todo se puede lograr”, dijo Rescia tras el partido.
“Ellos están llenos de estrellas. Al final nos hicieron solo un gol de pelota parada y eso da el parámetro de cómo defendimos. En el Mundial anterior decían que habíamos llegado a la final porque no habíamos jugado con nadie. En este Mundial jugamos en el grupo más difícil, le ganamos a un equipazo como Paraguay, le ganamos a Rusia y hoy a Brasil. El equipo demostró que cinco años después sigue vigente de la misma forma”, agregó.