“Que tire la primera piedra quien no haya estado en este lugar. Esta cosa humana equivocarnos” dice Andrea y vaya que fue contundente su mensaje, el que elegimos para abrir.
La Psicóloga, Sexóloga y Escritora, Andrea Orlandini, charló con CIRCUS 104.9.
Fue en el ‘Año 011’ en el segmento «Vivir en Colores» del programa QUIÉN DIJO? (lun a vie 15h) donde hablamos la “infidelidad”.
Es cierto, muchas veces nos rasgamos las vestiduras incluso de manera hipócrita y nos detenemos a pensar en nuestras acciones y actitudes. Es más fácil que salga la palabra ‘culpable’ que la palabra ‘responsabilidad’.
Porque, además, las responsabilidades siempre son compartidas. En mayor o menor medida, todas las partes involucradas tienen su cuota de involucramiento. Y a veces, aunque sea pequeña, lo que más nos cuesta es hacer un ‘mea culpa’, ser autocrítica/o y como dijo Charly: ‘Bancarnos ese defecto’ y comenzar a trabajar de manera responsable y conscientemente sobre él.
Pero como ya lo dijo Homero alguna vez: ‘Es fácil culparnos a nosotros mismos, pero mucho más fácil es culpar a otro’. Ese otro o esa otra, que va a ser nuestro chivo/a expiatorio/a para nos hacernos cargo de nuestra responsabilidad.
Y acá Andrea se pone aún más incisiva al platear lo siguiente: “Cuando se instala una infidelidad ¿Es producto de una desconexión? La desconexión ¿es abrupta? ¿o es algo que se construye con el tiempo? ¿Es producto de una mala comunicación? ¿O es porque ya no nos hacen sentir deseadas/os, ni nos miran más?”
¡Uf! Fuertes preguntas para respondernos a nosotros/as mismos/as.
Además ¿qué parámetros usamos para marcar lo que es y no es una infidelidad? En estos tiempos de virtualidad. Alguien puede estar “sexteando” con otra persona que no es su pareja. O simplemente pasar mucho tiempo hurgando en las redes sociales de un/a otro/a.
Y ¿está físicamente con esa otra persona? No.
Tal vez sólo vamos caminando por la calle, vemos a una persona que nos llama la atención, nos atrae de nuevo ¿estamos físicamente con esa otra persona? No.
Acá entonces se plantea esto de la fidelidad que es tan religioso, del “pecar” de pensamiento, palabra, obra u omisión.
Estamos tod@s en el horno maaaal ¿no? Y allí volvemos a la frase no menos bíblica que dijo Andrea y con la cual elegimos abrir esta nota: Quien esté libre de pecado, que arroje la primera piedra. Así como Jesús les dijo a los fariseos.
Así que dejemos un poco lo bíblico y hablemos, charlemos. No le tengamos miedo a las conversaciones incómodas. “Siempre hay que dialogar” afirma ella.
Acá planteo algo muy personal, por ende, muy subjetivo, y como toda subjetividad, también discutible. ¿Y si mejor que pedir una fidelidad que no podemos brindar, ni nos van a poder brindar, mejor no probamos con la lealtad? Aunque el peso y la responsabilidad de ser desleal (en cualquier aspecto y en cualquier relación que tengamos con otras personas) luego es mucho más fuerte y lapidario que el de ser infiel. Eso, téngalo muy presente.
Ser responsable afectivamente y emocionalmente con nosotros/as mismos/as y con nuestros vínculos no es una tarea fácil. No es subir un post o un estado y mágicamente ya lo soy. Hablando mal y pronto, no es para tibios/as y pechos frío.
Así que ya siendo conscientes de todo esto. Es una excelente oportunidad para generar un nuevo contrato y algunas cosas que se dejaron de hacer, se puedan volver a hacer. Si es que estamos dispuestos a dar vuelta de página y empezar de nuevo, ya que no cualquiera pueda.
“Y las parejas que pueden sortear estos obstáculos se vuelven muy sólidas.” Cierra inspiradoramente Andrea.
Pasen y lean (o vean) una nota para reflexionar
“La infidelidad tiene una connotación muy heteronormativa y monogámica. Sin embargo, la lealtad me lleva más por lugares de honestidad y contratos que las personas establecemos en cualquier vínculo humano. Así que si, son distintas. Ser fiel tiene que ver con algo preestablecido social, cultural y religiosamente”. Es lo primero que nos dice Andrea al respecto, siendo muy clara.
La infidelidad algo meramente cultural. “Hablando de la cuestión monogámica culturalmente hablando. Se puede ser infiel con fantasías; se puede ser infiel, con gestos concretos, con el coqueteo diplomático, pero no llevado a cabo con una persona X. Es tan variado y cada persona tiene su concepto sobre lo que es la infidelidad. Y además ¿hacía quién? ¿A una/o misma/o?; ¿hacía el vínculo?”
¿Estamos dispuestos/as a construir vínculos sanos, responsables y honestos? “Se presentan las parejas en el consultorio con esto que es el punto inicial de análisis. Realmente yendo más allá de la cuestión culposa, debemos hablar de responsabilidades compartidas. Volver a la comunicación y propiciar un encuentro donde las personas puedan contarse de qué se sienten decepcionadas. ¿Estamos dispuestos desde un lugar honesto a construir un nuevo vínculo?; ¿O es meramente la consecuencia de algo que ya se estaba gestando desde antes?”
“Un contrato nuevo significa una segunda…”. “… Oportunidad desde la madurez de dos personas que se vuelven a elegir desde lugares diferentes. Eso siempre con la honestidad de que yo no te voy a sacar en cara este tema y se convierta en un castigo permanente. Ahí si que: No estamos laburando nada, no aprendimos nada, por un lado. Y ahora la persona que se queda lo hace ¿por masoquismo? ¿Porque tiene miedo a una cuestión de empezar de vuelta en soledad? O ¿Voy a aceptar dejar de ser yo y aceptar esta situación que me recuerden que yo fallé y soy culpable?”
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Por: ALE OJEDA para CIRCUS y GENTECONONDA.COM
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