El papa Francisco pidió este lunes “paz” como regalo por el décimo aniversario de su elección como el pontífice 266 de la historia de la Iglesia, en un día sin actividades públicas y que solo contó con una misa privada que Jorge Bergoglio celebró junto a cardenales residentes en Roma en medio de saludos que le llegaron de autoridades políticas y religiosas de todo el mundo.
“Ustedes los cardenales nunca se jubilan, incluso a los 80 años sus consejos siempre son buenos”, les dijo el Papa este lunes a un grupo de cardenales con los que concelebró una misa en la capilla de su residencia de Casa Santa Marta, en la que vive desde su elección hace 10 años.
“Estén animados por tres sentimientos: compasión, misericordia y ternura. Los necesito siempre a ustedes y a su consejo”, agradeció el pontífice durante la ceremonia privada tras la que les regaló a los purpurados un libro de su colaborador jesuita Antonio Spadaro que analiza la política internacional del pontificado y que se presenta esta tarde en Roma con la asistencia de la premier italiana Giorgia Meloni y del secretario de Estado vaticano Pietro Parolin.