“Se trata de la intensidad del involucramiento” – Sadhguru Vasudev (Pensador hinduista y místico yogui)
Fremdina Bianco, Ivanna Kuspita y Mariel Spada, charlaron con CIRCUS 104.9.
Fue en el segmento ‘QD? Internacional’ de la Temporada 11 del programa QUIÉN DIJO? (lun a vie 15h) donde nos contaron como cada una de ellas vivió al experiencia del Mundial siendo argentinas (y misioneras) en diferentes partes del mundo (y una de ellas, incluso en 3 países diferentes).
Mientras que 5 millones de personas salieron a esperar a la selección, haciendo que colapse la Av 9 de Julio, la 25 de Mayo y la Plaza de Mayo, como muestra cabal de algo que no se puede explicar, se debe vivir para entenderlo. Ellas además le ponen ese toque aún más especial: ser de Misiones y vivir en el extranjero.
Por vivencia propia digo que sólo quienes hemos vivido lejos, muy lejos, al otro lado del continente o en otro continente sabemos lo que es extrañar Argentina y Misiones.
Cuando muchas veces escuchás a gente decir cosas como: ‘Yo me fui 30 días a X lugar y no extrañé nada’. Irse de vacaciones, no es irse sabiendo que quizás no puedas volver. Sabiendo que quizás puedas llegar a perder a un ser querido o momentos importantes en los cuales no vas a estar. O inclusive morirte sin que estén quienes te aman; quienes amaste o amás.
Otros lo hacen con desdén quejándose y lloriqueando por todo, hablando tan livianamente de lo fácil y sencilla que es la vida afuera, en el primer mundo, que se te hierve la sangre. Como dice el tango ‘¿Qué me van a hablar de amor?’
Y ellas 3 ponen en palabras lo que es ese amor. Lo que es la lejanía. A lo largo de cada una de sus historias, de sus relatos, volvía a sentir lo mismo que sentí cuando estaba lejos. Tener muchas veces que parar de escribir, escuchar sus voces entrecortadas, emocionadas y comenzar a llorar con ellas, porque sé lo que es ser migrante.
Fremdina Bianco, es directora y realizadora audiovisual. Y su caso es uno de los más curiosos. Porque no vivió el Mundial en otro país, sino que lo vivió en 3 distintos: Madrid (España), Varsovia (Polonia) y Oporto (Portugal).
Tanto ella, como su Hermana, Marina Bianco están hace más de un año viviendo en Europa.
“A los polacos les llamaba mucho la atención y hubo uno que viajó 70 km para ir a un restaurante argentino a ver cómo se vivía un partido con argentinos”, comenta. Luego agrega: “Es un polaco que es muy fan de Argentina , la sigue desde el ’86 y tiene un libro escrito en polaco sobre el fútbol argentino. Y aunque nunca visitó Argentina, se sabía todo de Argentina.”
Ivanna Kuspita es originaria de Jardín América. Vive en Viena (Austria) hace una década. (Pero desde los 15 años estaba viajando a Alemania y a Austria).
Ella es sommelier internacional de vinos y fotógrafa.
“Acá en Austria el fútbol no es tan popular, menos aún porque ellos no clasificaron, entonces como la gente no lo seguía mucho”, dice. Y resalta también la mirada que tienen sobre nuestra argentinidad: “Y cuando íbamos a jugar la final, mis compañeros se mostraban admirados de como yo había confiado y estaba tan convencida. También les sorprendía lo contenta y feliz que me ponía un partido de fútbol.”
Mientras que con Maru Spada, nos conocemos hace muchos años. Ella es Comunicadora Social, estando radicada en Málaga (España).
Y como vivió, creo que no se necesita agregar mucho más: “Las emociones a flor de piel. De la risa al llanto, mucho llanto. Todavía me parece que no se cae… muchísima excitación, del llanto a los nervios, a las risas, a los gritos, a los festejos, estoy con una voz de ultratumba porque es lo quedó. Y se vive con esa cosita de querer estar viviéndolo allá, porque ves a tu gente, por WhatsApp, por Instagram y decís, p…a madre, (perdón), que ganas de estar allá, abrazándome con toda esta gente.”
¿Puntos en común? Extrañar muchísimo a los seres queridos y… los sándwiches de miga.
“Hay una cosa que no se puede cambiar Benjamín, no se puede cambiar de pasión”
(‘El secreto de sus ojos’)
Ya sea que elijas llegar por la A7 o por la A45, seguro que te vas a encontrar en Málaga. Allí Maru habla sobre su vivencia. “Un poco los españoles nos miraban de afuera con curiosidad. Si bien ellos son muy futboleros y no les sorprende el tema del festejo, pero si les sorprende la cosa emotiva que tenemos nosotros les es un poco ajena. Culturalmente somos similares, pero esta cosa argenta marcadísima de la intensidad que tenemos eso no lo encontrás en ningún otro lugar. De hecho mis compañeros de trabajo me decían: ‘No sé si les prefiero habiendo ganado o habiendo perdido, porque con la intensidad que manejan, ganando van a ser unos pesados y perdiendo van a ser unos pesados también’ (risas).
Y es que vivimos así, intensamente todo, no sólo el mundial. Vivimos así la política, la religión, los afectos.”
“España, Portugal, pueden ser futboleras, pero cuando hay partidos, la gente sigue con su vida y no pueden entender que nosotros paremos nuestras vidas, que se pase el mundial en las escuelas, no pueden entender nuestras cábalas, no pueden entender que el obelisco se llene. O les muestro fotos de la costanera de Posadas y no lo pueden entender. Es que es así, es un sentimiento que no se puede explicar.
Cada cosa fuera de Argentina, vale doble. Como ese día en Oporto (Portugal) cuando compartí el mate con otro argentino y otra argentina y más aún si son de Misiones”, nos cuenta Fremdina.
Mientras que con marcado acento alemán Ivanna dice: “Tenemos un grupo en Facebook de argentinos en Austria, nos juntamos en un bar. El motivo era poder emocionarme y gritar. El festejar un gol y poder mirarme a los ojos con otra argentina y argentino, poder abrazarnos sabiendo que compartimos ese sentimiento a pesar de no conocernos.
Eso para la gente de Austria es impensable, no lo entienden. Es más, me habían invitado amistades de Austria a mirar el partido, les agradecí, pero les dije que no podía estar en un lugar donde la gente no viviera el partido con la misma pasión que yo. Donde yo sabía que iba a estar gritando, cantando, diciendo un montón de cosas, desconociéndome y que me miren de manera extraña. Y eso yo lo quería festejar con mi gente.”
“Es un sentimiento, no lo puedo parar”
A Ivanna ni el gélido frío austríaco pudo detenerla. “Yo no pude ver los partidos de la selección, porque soy sommelier y trabajo de noche. Pero si un mes antes, avisé y dije que el 18 de Diciembre lo quería libre y cuando me preguntan ¿por qué? Respondí que era porque Argentina iba a jugar la final; porque yo estaba convencida que íbamos a jugar la final y a ser campeones.
Incluso después del partido contra Arabia Saudita me preguntaban en chiste si quería tener el 18 libre y les decía que si, que estaba convencida, que íbamos a estar en la final.
Cuando ganamos contra Croacia festejé muchísimo en el trabajo, porque como nos los podía mirar, llevaba mi cábala que es un muñequito de Messi, un imán de Maradona y una camiseta de Argentina.”
Maru simplemente se dejó llevar y se desató: “En el festejo fue otra locura increíble. Y si bien es verdad que se sabe que en España está lleno de argentinos, Málaga, tiene cada vez más argentinos, yo no me imaginaba que iban a ser tantos. Cuando llegué a la peatonal del centro de la ciudad era una marea celeste y blanca. Entonces fue llegar y otra vez largarte a llorar. Además, se coparon todas las ciudades de la periferia; todas las otras ciudades españolas repletas.
Después ya toda esa mística de mirarte a la cara y comenzar a gritar a cantar, sin conocer a la otra persona. Y si bien hay una pequeña comunidad donde conocés a algunas personas, de repente empezaron a aparecer muchas otras más que igual te das un abrazo.”
Y Fremdina viviéndolo en 3 distintos países: “Este mundial no sólo fue raro porque no lo viví en Argentina, sino porque lo hice en 3 países diferentes. Estuve en España, en Polonia y en Portugal.”
España: “Ahí vi 2 partidos, en un lugar con un aforo para 1500 personas, o sea que éramos 1500 argentinos, con bombos, redoblantes, con todo el show habido y por haber.”
Polonia: “Otro partido me encontró en Polonia y fue una experiencia extraordinaria. Viajamos a Polonia con Marina, mi Hermana, por un proyecto que era el de conocer la tierra de mi bisabuela y terminamos viendo un partido en Varsovia. Donde también lo vimos con argentinos, en un restaurante argentino con argentinos que viven en Varsovia.”
Portugal: “El partido contra Croacia lo vi en Oporto, en Portugal y ahí me encontré con dos misioneros de El Soberbio. Y con ellos nos fuimos a ver el partido a un restaurante argentino. Con Mateo y Daiana era como si nos conociéramos de toda la vida, porque además teníamos gente en común, hasta dejamos de hablar porque en cualquier momento terminábamos siendo parientes. (risas).
Obviamente luego fuimos a festejar al centro de Oporto, éramos 100 argentinos y la gente del lugar nos filmaba, sacaba fotos, no podían creer que éramos tantos argentinos con banderas, camisetas festejando a lo loco.”
España (de vuelta): “La final de vuelta en Madrid, donde me largué a llorar desde que comenzó el himno. Luego a festejar al centro y nosotros los argentinos que tenemos esa cosa de buscar el lugar más alto para subirnos, así que había argentinos subidos a todos lados. Había esta una especie de maqueta del obelisco, fuegos artificiales.”
“Te sentaba tan bien esa boina calada, al estilo de El Che”
(Joaquín Sabina)
Maru y el vivir la fragmentación del migrante: “El que está afuera vive fragmentado. Vive con un pie allá y un pie acá. Para mí el proceso de adaptación a la cuestión migrante fue largo y no fue para nada fácil y no lo va a dejar de ser nunca, porque siempre vas a tener el corazón partido, aunque ya hayas establecido tu vida. Siempre te van a llevar los recuerdos. Obviamente lo que más extrañás son los afectos, muchísimo. Y es dificilísimo porque nosotros somos las personas las personas que amamos y las que nos aman.
Pero por fuera de ahí, los lugares físicos, porque Argentina es hermosa. Nuestra provincia ¿qué te voy a contar yo? Extraño mucho la imagen de la tierra colorada, el verde, los árboles, el olorcito de la tierra mojada con la lluvia y que se largue y ya uno se ponga a armar unas tortas fritas y un mate. O decir: ‘Que ganas de comerme unos sanguchitos de miga’. Y sólo un argentino entiende eso y que no se le haga agua la boca.
Luego la manera de ser y de vincularnos que es muy involucrada. Uno piensa que es así por defecto en todos lados y no lo es.”
Fremdina, entre música y militancia. “Extraño a mi Mamá y a mi Papá, rankeando en el #1, ahí a mi amigo Lucho (Penza) con quien hacemos cine, a mis amigos. Extraño los asados.
Cuando extraño me voy a un bar que se llama ‘Caminito’ que hacen unos choris increíbles. Si bien acá se consigue todo, hay yerba, dulce de leche, todos los cortes de carne, alfajorcitos de maizena, empanadas, o sea, la comida se puede conseguir, lo que no se consigue es el compartir con tu gente el asado del domingo.
La militancia y la inquietud política que tenemos les argentines es tremenda. Los movimientos de mujeres, eso extraño muchísimo. Extraño mucho la música, que entres a un bar y esté sonando Spinetta, Fito, Charly, Soda Stereo… o Ramón Ayala. Somos muy pasionales. Acá la sociedad es aún mucho más individualista.”
Ivanna, celebrando la pasión colectiva. “Lo que más extraño de Argentina es celebrar la pasión compartida. Realizar las cosas con mucha pasión exacerbada. El estar re manija con algo no lo vemos como algo extraño, simplemente decimos: ‘Él tiene su locura, yo la mía y cada uno con sus pasiones’. Y cuando es una pasión compartida, el nivel de emociones no tiene límites y eso es algo que extraño mucho: la pasión colectiva; que la compartís no sólo con tu familia y tus amigos, sino incluso con gente que no conocés.”
La pregunta ‘QD?’ Si pudieras elegir a dónde vivir de nuevo el Domingo 18 ¿A dónde sería?
Ivanna, es directa, concreta, rápida: “Si pudiera elegir donde volver a vivir el Domingo, definitivamente sería Argentina.”
A Maru casi pude imaginar la expresión de una sonrisa en su rostro: “Si pudiera elegir que el Domingo se repita, que se repita sin sufrir tanto. Y obviamente que se repita en Argentina, en Posadas hubiese sido fantástico. Definitivamente tenía que ser en Posadas.”
A Fremdina la voz se le entrecorta y se la oye conmovida, casi no puede seguir hablando. Escuchar su audio, moviliza y también genera que deba detenerme… no puedo seguir escribiendo. La escucho, lloro… respiro. Escribo su testimonio. “A pesar que Madrid fue una fiesta ¿a dónde elegiría mirarlo? En mi casa en Argentina, con mis amigos, con mi familia, comiendo asado, tomando fernet, saliendo a festejar con todo el combo que tiene un argentino. No es algo que lo tenga que pensar. Lo miraría en Argentina. ¿A dónde quisiera estar? En donde está y se quedó mi corazón, en Argentina.”
Fremdina, Ivanna y Mariel en redes
Instagram: Fremdina Bianco
Instagram: Ivanna Kuspita
Instagram: Mariel Spada
(Por: Ale Ojeda para Circus y GenteConOnda.com)