“Cambiá de estilo de vida”, suelen sugerirte médicos, nutricionistas, psicólogas y hasta amistades. Lo dicen a veces de manera tan ligera como el de “Son procesos”, como si no nos diéramos cuenta de ello y hasta nos negásemos a aceptar estar mejor física, mental y emocionalmente.
La somelier y emprendedora Carla Pretto, se dio una vuelta CIRCUS 104.9.
Fue en la Temporada 11 del programa QUIÉN DIJO? (lun a vie 15h) donde nos contó como nació Ginger Pretto.
En un sistema como el que tenemos y en el que vivimos ¿Cómo lo hacemos?, ¿Cómo lo logramos? Si a veces no somos capaces de dejar el celular al momento de ir a la mesa a comer; a veces ni respetamos una charla con otra persona sin estar pendiente a él; o apagarlo al menos media hora antes dormir. Y esas 3 cosas son básicas, no podemos negar que no las sabemos.
Así que partiendo de ahí ¿Cómo llegamos a ‘cambiar de estilo de vida’? Más cuando no somos capaces de ser constantes, tolerantes ante las frustraciones y generar hábitos saludables.
Muchas veces son necesarias experiencias de vida fuertes, generalmente de salud psicofísicas, que nos lleven a una encrucijada en la cual debemos elegir qué camino seguir.
Entonces de repente te encontrás con stress, angustia, irritación, siendo intolerantes e irascibles. Esa es un poco de la experiencia que nos cuenta Carla, cuando a los 33 hizo ese ‘click’.
“Tenía un estilo de vida en el que estaba a mil, hacía muchas cosas y estaba estresada. Yo venía de mucha carga horaria en el trabajo y ahí hice un quiebre. Decidí buscar algo que me llenara un poco más, que sintiera que iba a algún lado”, afirma.
Ginger Pretto es un jugo natural, estilo gaseosa con probióticos que nace de esa necesidad de cambio, de parar, de no estar tan estresada, enojada, desordenada, que la estaba enfermando física y mentalmente.
Pero ese “secreto”, no se lo queda para sí misma, sino que justamente busca compartirlo para otras personas que están pasando por el mismo estadio en el que ella estuvo alguna vez.
“En las redes te enseño a preparar tu propia gaseosa. Lo bueno de trabajar con alimentos vivos es que esta base te sirve para fermentar tu masa madre con jengibre”, comenta. Para luego agregar: “Tampoco me volví una fundamentalista. No digo que no te comas un pancho en la costanera, pero que eso sea lo eventual.”
Pasen y lean (o escuchen) una nota con alguien que le supo poner jengibre a su vida
“Hoy en día se puede escuchar más fácilmente qué son los probióticos y de donde vienen. Y en mi caso yo lo hago con jengibre porque me encanta, porque la alimentación viva te ayuda a tener un organismo más sano y protegido.
Así que la idea surge un poco por la mala alimentación que venía teniendo, desórdenes en la alimentación; nadie te enseña a comer bien. Estamos sobrecargados de publicidad para alimentarnos mal”. Es lo primero que nos cuenta Carla.
Volver a lo simple. “Y luego también por el estilo de vida; estar a mil y estresada. Ahí hice un quiebre.
En una sociedad que te dice que cuando más te sacrifiques en el trabajo, más te vas a acercar al ‘sueño americano’. Tampoco le digo a nadie que renuncie a su trabajo, sino que simplemente te involucres con tu alimentación. Y esa relación es un reflejo de como nos autopercibimos.
También tener mucho en cuenta la cultura biodinámica que se tenía antes y que ahora se escucha hablar de eso, el ciclo de la Luna, el Sol, las lluvias. Además, de tener la experiencia de mi abuela con su chacra productora de sus propios alimentos.”
Desarrollar la memoria emotiva. “Al preparar tu comida, se ponen en juego los sentidos. Y los sentidos tienen memoria emotiva. Entonces cuantos más recuerdos generés a los sentidos, a la vista, al aroma, sabor, al tacto, tal vez es más fácil querer volver a esos lugares.
Siempre doy el ejemplo de la película ‘Ratatouille’ (2007) donde en un momento un crítico gastronómico super exigente, el impacto de probar un plato simple, regional, lo lleva a su infancia. Así que con esto estás generando recuerdos que viven por siempre. Además hay que ser constantes, generar hábitos y que lo eventual sea lo otro.”
La pregunta ‘QD?’. Si te encontraras con la Carla que aún no había hecho ese ‘click’ ¿qué le dirías? “¡Uy! Esto es como terapia holística en vivo. Primero le diría: ‘Dejá de besar sapos; ninguno se va a convertir en príncipe’. Y luego que ponga foco en la alimentación, en la salud y en la de su hijo. Yo sufrí de desequilibrios desde mis 13, que recuerdo, hasta los 33 y es un montón. Y pasa de largo, porque todos podemos tener un trabajo con stress o por los nervios. Así que hay que conocerse un poco más en el proceso. Así que esas dos cosas le diría a esa Carla… pero yo creo que esa Carla, no me escucharía.” (risas).
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Ginger Pretto
(Por: Ale Ojeda para Circus y GenteConOnda.com)
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