El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este domingo que decretó la intervención federal a Brasilia tras los ataques que cientos de simpatizantes de su antecesor, Jair Bolsonaro, perpetraron esta tarde contra las sedes de los tres poderes públicos, en la capital, y advirtió que los “terroristas” que los protagonizaron “pagarán con toda la fuerza de la ley”.
“Decreto la intervención federal en el distrito federal con el objetivo poner fin al grave comprometimiento del orden público”, leyó Lula en un mensaje televisado.
La intervención en Brasilia será hasta el 31 de este mes y su objetivo es poner fin a los actos de violencia en los edificios del poder público. El mandatario remarcó que hubo un operativo de seguridad defectuoso.
“Creemos que hubo falta de seguridad y quiero decir que todas las personas que hicieron esto serán encontradas y serán punidas”, dijo Lula en Araraquara, estado San Pablo, donde estaba de visita por una tragedia de inundaciones.
El líder del Partido de los Trabajadores mantuvo previamente una reunión de emergencia con sus ministros para tratar la situación en Brasilia, donde la turba de manifestantes asaltó las sedes del Congreso, el palacio presidencial de Planalto y el Tribunal Supremo Federal para exigir un golpe de Estado.