La gestión está atada a la conducta. Esos gestos, mayores o minúsculos, que marcan la senda, la liberan, la allanan, la limpian. Ese comportamiento que dice hacia dónde se quiere ir y que ayuda a tomarlo como referencia para las decisiones. En cualquier deporte grupal puede venir de parte de un entrenador o el principal referente del equipo. Y cuando esas pautas se bajan con claridad, los receptores sientan la confianza para luego llevar a cabo sus ideas, proyectos, planificaciones. Pero también una muestra de cómo debe ser esa conducta, entiéndase en la clase dirigente, está en las formas. Cuanto más sencilla es, marca la cercanía con la sociedad. Por caso, ayer, para muchos pasó inadvertida la figura del principal mandatario provincial por la plaza 9 de Julio; era uno más con su compra de productos de feria, lo que marca a las claras la esencia del dirigente.
Hacia allí es donde se quiere apuntar. Como también en la formación de nuevos dirigentes, capaces, emprendedores, enérgicos. Y desde esas características potenciarlos y darle un espaldarazo. Por ello la política del ‘refresh’ sigue ahí, en primera fila. Cuando se considera el momento oportuno, se maquilla la gestión siempre con el objetivo de que ese aire nuevo penetre en la sociedad misionera, se sienta, que se visualice una huella. Es parte de una identidad. Y hacia allí van los cañones. A dar forma –o continuidad- a un proyecto que tiene un norte. En el camino habrá yerros, equivocaciones, decisiones mal tomadas. Pero el espíritu es el mismo y de eso se trata también la gestión: aciertos y errores, que se presentan a diario.
Pero a partir de esas variables se construye. Y se toman las decisiones de fondo, como las que vendrán a corto plazo, con la vuelta a clases. Y también cuando hay que cambiar nombres en el equipo, como ocurrió esta semana que pasó tras las salidas de quienes estaban a cargo de Industria y Deportes en la provincia. La rueda gira, todo sigue a pesar de la pandemia y hay que atarse los cordones y salir con el mismo ímpetu a encarar el nuevo ciclo. Por ahí pasan las señales del gobierno provincial. Por entender cuándo es el momento de aire nuevo. En todos los grupos pasa. Oxigenar, descubrir, ordenar se convierten en parte del legado. Es visible y puede haber un leve sacudón cuando se adoptan decisiones clave. Pero, el barco sigue su recorrido a proa, como lo marca la conducción, siempre desde la simpleza. Si no hay que volver al sábado último y posicionarse en la plaza, alrededor de las 11 de la mañana, a pasos de Casa de Gobierno: una figura, productos de feria y la simpleza de ser, sin necesidad de demostrarlo. Aunque parezca ambiguo.