El 9 de Julio significó no sólo la espera y posterior celebración de los 204 años de la independencia, sino también el inicio (casi) formal de acuerdo al calendario de las vacaciones de invierno, teñidas por un semestre significativo por la connotación de la coyuntura. En esa etapa que arrancó, con los niños sin clases virtuales y los padres con más tiempo para tomarse un respiro, asoma una invitación a la reflexión desde que comenzó la cuarentena el 20 de marzo pasado.
Se sabe que las propias eminencias en salud actuaron casi en simultáneo con el avance del virus por una cuestión lógica: desconocían el poder nocivo de este y por ende todo era materia de investigación. De forma paralela, las autoridades segmentaban la cuarentena, de acuerdo al impacto en cada distrito. Pero, la negligencia de algunas Naciones obligó a que otras tomen medidas más severas. Y allí, el gobierno nacional comenzó a maniobrar, con parte de la población que minimizó el perjuicio y después pidió rescate, como los varados en el exterior que se habían ido a vacacionar.
Pero hubo una provincia que leyó el juego y tomó cartas en el asunto con anticipación. Sí, Misiones se convirtió en la adelantada; y si hubo interrogantes en aquella ocasión del porqué de la medida, hoy la respuesta es con creces. Se lamentan tres víctimas, es cierto. Pero nadie puede obviar que la barrera sanitaria en la tierra colorada produjo que la tomaran como ejemplo en otras latitudes.
“Estamos en una etapa de construcción de una nueva responsabilidad social que tiene que ver con la salud, que tiene que ver con el hecho de estar vivos, y para eso día tras día debemos continuar con la tarea encomendada: nosotros como funcionarios y la sociedad con la responsabilidad que se merece y debe demostrar en cada uno de sus actos”, precisó el gobernador de la provincia Oscar Herrera Ahuad en la localidad de Puerto Rico, en el marco del 9 de julio.
Precisamente esa responsabilidad social es la que sostiene a la provincia en el actual contexto, pero que no se replica en otros puntos, como el Amba, donde con mayor fuerza vuelve a instalarse la grieta. Y acá volvemos al principio: este momento debe ayudar a repensar dónde estamos parados y observar más allá de la frontera cómo están los demás. En sintonía con Misiones, en su mensaje, el presidente de la Nación Alberto Fernández subrayó: “Vine acá para terminar con los odiadores seriales y para que todos nos unamos. No vengo a instalar un discurso único. Sé que hay diversidad, la celebro y propicio”, y eso es algo que “no me afecta. Pero lo que necesito es que esa diversidad ideológica sea llevada adelante con responsabilidad, sin mentir, diciendo la verdad y respetándonos”.
Como contrapartida, miles de personas se manifestaron en el Obelisco porteño, violaron la cuarentena y se sometieron al riesgo de mayores contagios, en un reclamo en el que puntualizaron cuestiones políticas. Con ello visualizan otra vez la brecha, sueltan su odio y pasan por alto un concepto clave: la responsabilidad como sociedad.
Concluida esta etapa cada uno distinguirá a su propio prócer. Eso quedará dentro del análisis objetivo-subjetivo. Lo que está claro es que el período de construcción de la nueva responsabilidad social, que mencionó el gobernador, marca algo que no se puede pasar por alto. Que obliga a entender cómo será el futuro de ahora en más, y cuáles son las prioridades y obligaciones. Un eslabón que funciona de base para la era que se inaugura: la nueva independencia (entiéndase como responsabilidad), que nace desde el compromiso de cada uno.
Cada cual atiende su caso
Con el margen de contagios reducido por las medidas implementadas en la provincia, cada vez que salga a la luz un positivo será más fácil detectarlo. Esta semana ocurrió con un hombre de La Plata que al ingresar a la provincia se comprobó que estaba infectado. Venía por cuestiones laborales y estaba asintomático, sin embargo prefirió volver y realizar la cuarentena en la tierra colorada. Otro hecho se dio en la localidad de Campo Grande, donde un hombre ingresó de manera clandestina desde Brasil y pasó inadvertido, a tal punto que fue de compras. Tras ser denunciado por vecinos, las autoridades tomaron las medidas correspondientes. Dos casos que se posicionan en polos opuestos: el control efectivo por un lado, y la irresponsabilidad que está a la orden del día, por el otro.
Cataratas abre la puerta del turismo
Tanta espera terminó con una mueca alentadora en el sector turístico. Con la mayoría de los rubros de regreso en la ‘nueva normalidad’, la impaciencia comenzaba a pronunciarse como un cosquilleo. Eran conscientes de que la vuelta iba a quedar para lo último, pero este fin de semana se produjeron los primeros indicios alentadores con la reapertura del Parque Nacional Iguazú, exclusivamente para los oriundos de la Ciudad de las Cataratas. Fue un primer paso, que puede extenderse en el corto plazo a los otros parques provinciales, hoteles, entre otros, que ya afinan el trazo para ajustar los detalles que restan.
Se sabe además que los números no serán los esperados (como lo marcaron los actores ligados a la actividad) aunque arrancar oxigena después de tanto tiempo de actividad frenada, con un denominador común en el que también destaca la cartera de Turismo provincial: la continuidad depende casi exclusivamente del comportamiento de los misioneros.
Vacaciones y la lupa en las clases
Llegó el receso escolar-virtual pero también el interrogante de cómo será la vuelta. Una vez más el ministro de Educación de la Nación Nicolás Trotta se mostró optimista respecto de que Misiones pueda retornar de manera presencial a las aulas el mes próximo. Y en la tierra colorada, si bien no hay confirmación, algunos establecimientos educativos se movilizan adelantándose a lo que podría venir. No hay apuro porque esto no se trata de fijar fechas y arrancar. Ya lo subrayó el ministro Miguel Sedoff, quien en las últimas horas valoró el accionar docente, que la última palabra la tendrá el gobernador, cuyo análisis se basa en el contexto epidemiológico antes de tomar una determinación. Y dentro de ello entra en juego una arista que no es menor: el regreso debe disponer de todos los cuidados sanitarios para el docente y el alumno. Y la Provincia lo sabe. Por eso, más allá del optimismo, la cautela es la mejor aliada para actuar.