El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reclamó este lunes a los países desarrollados por las promesas incumplidas sobre la financiación para proteger la selva amazónica, prometió ser “duro” cortando créditos de ruralistas que deforesten la selva y anunció un plan con mayor rigor para el control de la tala, de “tolerancia cero” con los crímenes ambientales.
Lo hizo al ofrecer un discurso en el Palacio del Planalto con motivo del Dia del Medio Ambiente, en una coyuntura en la cual el Congreso, de mayoría opositora y vinculada al agronegocio, boicoteó mecanismos ministeriales relativos a la protección de los pueblos originarios y al control de los recursos naturales.
El mandatario se refirió a las promesas de las potencias económicas de Occidente para financiar el Fondo Amazonia de Brasil y otras iniciativas de los ocho países amazonicos sudamericanos, así como africanos y asiáticos como Congo e Indonesia, que poseen las principales selvas fuera de Sudamérica.