El ser humano es inquieto. Busca, estudia, interpreta, indaga, se forma, ambiciona. Depende cuáles sean los trazos que le dan forma a sus objetivos, se considera hecho. Pero, claro está, también debe ser derecho. En política esto es casi una condición sine qua non. Cuando se ingresa a la función pública, por ejemplo, tanto las metas como la capacidad son aliadas para decidir hasta dónde se puede llegar. Aunque hay otra arista que a veces pasa por alto, pero que es tan importante en la formación de un dirigente: la llegada a la gente. Hacia allí apuntó la mirada el vicegobernador Carlo Arce a inicios de semana cuando se refirió a los integrantes de la Justicia. “Los jueces -reflexionó Arce palabras más, palabras menos-, deben dejar el escritorio y empaparse con la realidad social”. Su mirada se dio en un contexto caliente por el debate de la reforma judicial, que tuvo media sanción en el Senado finalmente. Y habla de que la sociedad cambió -y era hora- la visión sobre este poder del Estado, que volvió a estar en el ojo de la tormenta por la muerte de Cristina Vázquez, quien pasó más de una década presa por un homicidio que no cometió y terminó suicidándose. Ese cimbronazo obliga a repensar sobre el accionar de la Justicia y a plantear que ya es hora de que se entienda que nadie tiene privilegios más allá del lugar que ocupe. Que quede claro, el respeto por la función y las instituciones no son suplantados por lo anterior, sino que van de la mano. Cada cual sabe cómo se desempeña y cuáles son los argumentos para tomar una decisión.
Para ello, basta con otro ejemplo de la política –que otra vez se diferencia de la Justicia-, que ocurrió también en la última semana en Campo Viera y lo tuvo al gobernador Oscar Herrera Ahuad como protagonista. El primer mandatario evitó golpearse el pecho en el marco del acto que significó que una treintena de familias accedan a un servicio básico como el agua. “Nos conocemos hace rato” (con los vecinos), era algo que le habíamos prometido”, acotó el gobernador. La síntesis lo dice todo: es mejor ser que parecer.
Buenas nuevas
La reactivación del tren semanas atrás abrió la expectativa para aquellas empresas que deben costear fletes muy onerosos y hacían malabares para que no influya en su producción. Ahora llegó otra buena con la concreción de Hidrovías Sociedad del Estado, que integra a Misiones en este proyecto calificado de netamente federal y en el cual uno de los objetivos es coordinar estrategias de transporte para la consolidación de esta vía.
Por otro lado, dos aspectos hacen a la nueva normalidad. En primer lugar la aprobación por parte de la Legislatura del uso del celular en las clases, a esta altura un elemento más y que cobró notoriedad en esta fase de cuarentena. Por el otro, la habilitación de reuniones de hasta diez personas en un ámbito abierto, lo que significa un guiño para distritos como la tierra colorada, donde más allá de algunos contratiempos, la sociedad entendió que sostenerse fue debido a la “responsabilidad social”.