Este 10 de diciembre, Javier Milei asumió como Presidente de la Nación. Sin embargo, más allá de sus palabras en el Congreso, el ahora primer mandatario también brindó mensajes mediante sus gestos, expresiones faciales y posturas. De esto se trata la comunicación no verbal, en la cual expertos consultados por Infobae analizan cómo sus expresiones complementan, refuerzan y hasta contradicen el mensaje verbal, además de revelar emociones, actitudes e intenciones.
Para conocer estos aspectos, Infobae consultó a Santiago Chemes, licenciado en psicología, director de PNL Palermo, Trainer en PNL (programación neurolingüística) avalado por The Society of NLP, FACS Coder (Facial Action Coding System), Paul Ekman group y profesor de Psicología en Universidad de Buenos Aires; y a Daniel Zazzini, asesor y coach de equipos de comunicación y lenguaje corporal, con diplomaturas en Comunicación No Verbal y comunicación política por la Universidad Austral.
Tras arribar al Congreso, Milei fue protagonista del traspado de mando para asumir como Presidente, Chemes indicó que “cuando Milei saludó a Victoria Villarruel fue un saludo sentido, pero cuando Cristina lo saludó se dio vuelta y se fue”.
En tanto, Zazzini, al analizar el momento del juramento, destacó: “En el juramento, se nota la incomodidad de Cristina. Las manos en los bolsillos muestran la negatividad que está experimentando, una forma de canalizar la negatividad, los nervios y la baja autoestima es escondiendo las manos en los bolsillo. Y el balanceo mientras habla el Presidente, también es una muestra de ansiedad y de querer ‘apurar el paso’ para salir de la situación”.
“En el discurso fuera del Congreso, juega la percepción. La política toma este gesto como un desplante; la gente, como alguien cercano que responde ante ellos”, explicó Zazzini. Al tiempo que Chemes detalló: “Que hable afuera puede ser por un lado porque sigue el modelo norteamericano, que hablan ante el público y por el otro puede estar hablando fuera del Congreso, porque tiene mucho de fútbol y recordando que los campeones del mundo en 2022, al ganar la copa, iban a festejar fuera de las instituciones del país, esta es una forma de hacer lo mismo”.
Sin embargo, estas afirmaciones no fueron las únicas, ya que Chemes resaltó que este comportamiento puede reflejar otros puntos: “Sabe que su poder no está en el Congreso sino en la gente que lo votó, porque no tiene muchos legisladores en el Congreso. Por último, pero es más extremista, hace esto porque quizá no confía en el Congreso y lo ve como una casta”. “Pero es muy extremista. A mi entender es más el modelo estadounidense”, dijo el experto.
En tanto, en lo que se refiere a su palabra tras la investidura, Zazzini analizó: “El ‘Hola a todos’ inicial y el cierre clásico muestran que mantiene la personalidad que lo llevó a la presidencia, más allá de que acertadamente, se maneja con el tono institucional que merece la investidura” y en paralelo señaló: “El discurso fue bien institucional en el tono, manejó bien las pausas, al ser un discurso de ‘rendición de cuentas’ no es esperable una gran amplitud gestual porque no busca emocionar, si no, dar datos. La puesta mantiene el estilo ‘americano’ que se usó la noche post balotaje”.
Asimismo, Chemes agregó: “Enfatizaba cuando hablaba de los ajustes que tenía que hacer y levantaba el tono de la voz, y a veces casi gritaba. Y al final del discurso dijo “Viva La Libertad, Carajo”, su sello, cierra el puño. Eso es un símbolo de fuerza y poder. Además, empezó a cambiar verbalmente: antes era la casta y ahora empezó a ser el sector público. Es decir que de la casta, el ajuste pasó al sector público”.