Un 3 de Noviembre, pero de 1992, se editaba “Rage Against the Machine”, el álbum debut de la banda Rage Against the Machine.
De vuelta a 1992: Contextualizando
Korn, Limp Bizkit, Deftones, System of a Down y Linkin Park, sin dudas gozan hasta hoy de una popularidad y un nivel de aprobación alto entre los adeptos al rock, sobre todo de fines de los 90s y principios de 2000.
Pero hasta antes de los 90s, el rock no solía fusionarse de manera mainstream masiva con otros géneros. Es más, hasta estaba mal visto que se lo hiciera. Si bien el hip-hop tenía menos pruritos a la hora de buscar inspiración y tomar prestados beats, samples y todo lo que pudiese para enriquecer sus rimas; el rock era un poco reacio y podía contarse muy escuetamente a quienes se animaban a salirse de la norma, como Faith No More, Red Hot Chili Peppers y Living Colour.
Otro digno hijo de la inconformista ‘Generación X’
Fue justamente Rage Against the Machine que rompieron con ese paradigma. Esa mixtura entre hip-hop, metal, funk y rock alternativo, fue tan poderosa, que a partir de allí ni el metal fue capaz de escapar a su gravedad. Véase o escúchese el efecto en álbumes como “Roots” (1996) de Sepultura; “Astro-Creep: 2000 – Songs of Love, Destruction and Other Synthetic Delusions of the Electric Head” (1995) de White Zombie; “Obsolete” (1998) de Fear Factory o “Slipknot” (1999) de Slipknot.
Rebeldes con causa: Rompiendo paradigmas
La tapa de la foto de Malcom Browne de la inmolación a lo bonzo del monje budista vietnamí Thích Quảng Đức en Saigón en 1963 también fue impactante a la hora de generar más fuerza.
La coyuntura de la industria musical actual haría que hoy por hoy fuera casi impensado e imposible que una banda con ese poder sonoro llegase a los primeros puestos de los charts; llegando a ser certificado hasta 20 veces ‘Platino’.
Si a eso le sumamos que el efecto “Matrix”, por ser “Freedom”, parte de la banda sonora de la película, incluyendo una de las canciones más poderosas en el momento crucial del cierre del film, sigue siendo icónico.
Certificaciones, singles y re-ediciones
Actualmente está considerado como uno de los 20 mejores álbumes de los 90s. Y uno de los 40 mejores de todos los tiempos.
Fue certificado 20 veces ‘Platino’.
Tuvo un total de 5 singles: “Killing in the name”; “Bullet in the head”; “Bombtrack”; “Freedom” y “Wake up”.
Se re-editó en 2012, en formato box Deluxe que incluían 2 CDs, 2 DVDs, 1 vinilo de 180 gramos, 1 libro de 40 páginas con fotos e historias y 2 posters.
Investigación: Ale Ojeda para Circus y GenteConOnda.com