“No es lo mismo el fenómeno de Meloni en Italia y Trump en USA donde tienen un fuerte sentido estatista, de lo que es el liberalismo aquí en nuestro país. No es sólo un fenómeno local”, afirma Sacha, que con esta declaración abre una conversación más que interesante
El Licenciado en Sociólogo y Magister en Políticas Públicas, Sacha Pujó, habló en CIRCUS 104.9.
Fue en el ‘Año 011’ del programa QUIÉN DIJO? (lun a vie 15h) donde analizamos el ‘Fenómeno Milei’. ¿Qué ideas hay detrás? ¿Hay alguna idea realmente? ¿O es un mero brabucón provocador que agitó una generación frustrada e individualista?
Con una videollamada solucionamos los 1001km que hay entre Posadas y Buenos Aires. Él comparte algo con nos; es del interior. Original de Neuquén, Sacha además, también es músico. Aunque en esta ocasión Saturno y La Melancolía, deberán esperar.
“Si lo miramos desde el lado racional, lo que está proponiendo Milei es una trampa, con soluciones fáciles, que no son soluciones de fondo, sino que, por el contrario, en esta sociedad dinámica, no sé cuánto tiempo va a sostener el impacto económico y de desigualdad que van a generar las políticas que aplique en el caso de ser electo”, lo plantea claramente Pujó. Pero se nota que el hambre de revanchismo es cegador, y la idea es destruirlo todo, sin importar los costos (económicos y sociales).
Un recorrido generacional
Que muchas veces la juventud ha sido sinónimo de cambios, de trazar nuevos paradigmas y una mirada más abierta, tolerante y progresista, es verdad. Desde los años 50 y sobre todo, con la aparición del rock, como símbolo contracultural. Pasando por el “power flower” y la “imaginación al poder” de los 60s.
Los revolucionaros 70s (desde todas sus ópticas), no sólo planteadas desde el inconformismo punk, sino con la liberación sexual, hecha piel en el funk/soul y la música disco. La primavera de los 80s. Hasta llegar a los nihilistas 90s anti neo-liberalismo y el absurdo trágico.
La de los 50s, sufrió el bombardeo de ‘Plaza de Mayo.
La de los 60s, fue protagonista del ‘Cordobazo’, el ‘Mayo Francés’ y la ‘Primavera de Praga’.
La ‘Generación setentista’, fue a pelear a Malvinas con 18 años y echó a la más cruenta dictadura cívico-militar de la historia (no sólo de Argentina), sino de ese siniestro ‘Plan Cóndor’ de la CIA y el Gobierno de USA de Latinoamérica.
La ‘Generación X’, echó a De la Rúa/Cavallo y el neo-liberalismo salvaje, con el costo de varias muertes.
Aparentaba que el Siglo XXI sería una época dorada, encima, hasta ya teníamos Internet. Pero parece ser, que todo aquello oscuro de la primera mitad del Siglo XX es cíclico aparentemente. “Yo lo veo irónicamente, porque si bien se presenta como volver a un pasado idílico, de los 90s y el liberalismo extremo, veo que hay un voto antisistema”, reflexiona Sacha.
¿No supimos comunicar?
Irónicamente un “antisistema” usando el mismo sistema que critica y al que supuestamente va a derrocar. Una especie de oxímoron muy peculiar, por decirlo de manera elegante, por no hablar de una contradicción absurda.
Sumémosle también la posverdad y el individualismo exacerbado por las redes sociales.
Fracasó el modelo de Macri y el de Fernández. ¿También debemos sufrir el fracaso del modelo de Milei para darnos cuenta que se necesita un cambio social profundo? ¿Cuántos fracasos más puede bancarse la matriz socioeconómica?
Quizá cada generación quiere experimentar en su carne su propio 2001.
Dicen que cada generación elige: O tomar de ejemplo a la anterior y reivindicarla construyendo su identidad desde las anteriores bases.
O destruyéndolo todo, sin importar las consecuencias.
¿Será que, a modo de autocrítica, les heredamos los derechos de nuestras luchas y las comodidades que no tuvimos, sin saber comunicarles y transmitir el precio que tuvimos que pagar para ello?
Pasen y lean (o vean) una nota que busca reflexionar sobre el contexto sociopolíticocultural actual
“Uno que viene siguiendo este fenómeno que se llama ‘la nueva derecha radical’. Y no es un fenómeno propio de Argentina, sino que se sitúa en un contexto mundial, donde ya tuvimos la experiencia de Trump en USA, Bolsonaro en Brasil, Meloni en Italia, Le Pen en Francia y se pueden seguir nombrados casos, España, Alemania, Inglaterra; países donde vienen creciendo estos fenómenos de planteos políticos que se corren del eje tradicional y se presentan como la ruptura, ir contra todo”. Es lo primero que nos dice Sacha.
Frustración y revancha. “Hay que tomar mucha atención a las transformaciones tecnoproductivas. Sobre todo, a las nuevas generaciones, como se insertan en el mercado laboral. La promesa del capitalismo ¿cuál es? El ascenso social. Que en nuestro país la llevó adelante el primer peronismo: trabajador con derechos, vacaciones, acceso a la vivienda, a vehículos, a viajes.
Ese tipo de estructura se ha modificado y las recientes elecciones de alguna manera reflejan ese cambio en la estructura social y como las nuevas generaciones se insertan. Entonces lo que veo es que la frustración por la situación económica, plantea una canalización de una especie de revancha personal contra lo establecido.”
Desvinculados de un proyecto colectivo. “Las políticas que se plantean no hacen más que aumentar aún más la destrucción del tejido social. La situación de este individualismo brutal. Y volviendo a las transformaciones tecnoproductivas, las nuevas generaciones, con el voto joven, varón, que está fuertemente asociado a Milei. También quiero reflexionar entorno a lo que implican los nuevos dispositivos inteligentes, las redes sociales y la idea del sujeto de hoy en día. Hay una idea de un individuo todopoderoso que hasta goza con revelarse a la autoridad, se cree que se tiene el poder absoluto y en realidad estamos viviendo todo lo contrario. Hay una imposibilidad de actuar colectivamente y cambiar la realidad. Entonces un individuo desvinculado de un proyecto de realidad. Tampoco hay espacios de participación en los partidos oficiales, que le abran el juego la juventud y las interpele, que las incorporen para que puedan canalizar estas frustraciones y convertirlas en un proyecto colectivo.”
Dos fracasos consecutivos. “No lo veo como un voto ideológico. No creo que la sociedad se derechizó y que el 60% de la población argentina tiene una ideología tradicional de derecha. Sino que lo veo más como una especie de grito de rabia, de mostrarle al sistema oficial y sus partidos que la cosa no va. Que los últimos 2 gobiernos, el de Macri, que prometió la revolución de la alegría, los globos de colores y la lluvia de dólares fue un fracaso absoluto; y el gobierno del FDT que prometía, que después de esa paliza que fue el gobierno de Macri, recuperar los ingresos, no logró eso y tenemos más del 100% de inflación, con una política condicionada por el FMI. Entonces, esa doble frustración, genera un agotamiento y un desencanto.”
Twitter: Sacha Pujó
Por: ALE OJEDA para CIRCUS y GENTECONONDA.COM
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